XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Marcos 8, 27-35.
Pensar como Dios

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy    

 

La primera vez que Marcos usa la palabra “Satanás” en su evangelio es para endilgársela a Pedro. Unos cuantos versículos antes, Jesús le ha conferido el título de “Roca”, piedra fundamental en su Iglesia. La razón es muy simple: Pedro “piensa como los hombres y no como Dios”. Pedro se aparta del pensamiento de su Maestro.

La fe cristiana está en crisis. La confundimos con el poder, la fama, el éxito, la gloria. Es como decir, una fe fácil, relativa, acomodada, segura. Obedece a la propuesta de Pedro. Cuando Jesús habla de su cruz, de su pasión, entra en juego el ardor de Pedro e irrumpe contra el Jesús humilde, oculto, sencillo, sin lumbre y sin destello. Es decir, sin poder.

Isaías nos muestra al “Siervo doliente” que abre el oído al Plan de Dios. Pedro lo cierra para ubicarse en su propio proyecto. En esto somos seguidores de Pedro y ya no pensamos como Dios. Convertimos la cruz en adorno, en muletilla de esnobismo. Y en nuestro interior y convicción queda el vacío y la inoperancia.

Santiago nos invita a dar respuesta de nuestra fe con las obras. No las simples obras del legalismo, o la simple justicia virtual. No las obras selladas de hipocresía de la sociedad o del mero cumplimiento. ¡No, jamás! Son las obras del amor, de la reconciliación, de la auténtica justicia que se define desde la equidad, el respeto profundo y la solidaridad.

Cochabamba 13.09.09

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