Solemnidad: Todos los Santos
San Mateo 5, 1-12ª:
Baterías recargadas

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy    

 

“La familia, en plan turístico, visita una catedral. Al niño le van enseñando los vitrales suntuosos que representan, cada uno a su tiempo, santos de devoción de la misma familia. Un San José, Santiago, San Antonio, imágenes de María. Al terminar el tour, el niño exclama: ‘Ya sé qué son los santos’, dice, aquellos que dejan pasar la luz”.

Podríamos hablar del día de “Todos Santos”, como el día de la luz. Esa luminaria se prendió en nuestros corazones el día de nuestro bautismo. Ese día se nos daba un regalo maravilloso, la nueva vida, o algo más, la luz, pues Dios es Luz. Por algo el Apocalipsis nos habla de una muchedumbre que testificaba la incandescencia, la transparencia.

Cuando hablamos de amor, pensamos en el fuego, el calor que da ritmo y sentido a nuestro existir. “¡Tanto nos ha amado Dios!”, sentencia Pablo. Y esa chispita llamada a convertirse en incendio, sufre en nuestra vida, transformaciones hasta el congelamiento total. En el día de “Todos Santos”, se nos brinda la ocasión para recargar beterías tan necesarias.

Y en esta vida tan simple nuestra de trabajo, perplejidades, obscuridades, brilla a veces una ráfaga que sale de lo mejor de nuestro adentro, e ilumina y transforma la caminada. A eso llamamos santidad. Es lo que dice Jesús cuando nos habla de bienaventuranzas. Este anhelo supremo de felicidad es la tortura diaria de no ser santos/as.

Cochabamba 01.11.09

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