Viernes Santo de la Pasión del Señor
San Juan 18, 1-19, 42

Autor: Padre Jesús Espéja, O.P

Con permiso de: palabranueva.net 

 

 

1.A veces pensamos que Dios es como un señor que está detrás de las nubes exigiendo que los hombres paguemos por nuestros muchos pecados; y nos figuramos que con la muerte de Jesucristo ya quedó satisfecho. Pero el Padre de que nos habló Jesús es Amor y no sabe más que amar. Por eso lamentó la muerte del Hijo inocente, como lamenta muertes y asesinatos innumerables en la historia humana.

2. La pasión y muerte de Jesús, causadas por los hombres que matan, fueron la expresión del amor de Dios encarnado en el hombre. Jesús experimentó ese amor de Dios en su intimidad de tal modo que, impulsado por ese amor, fue capaz de vivir y morir amando. Signo de lo que puede hacer la humanidad cuando se deja transformar por el amor de Dios.

3. Hoy se lee el relato de la Pasión según lo escribió el cuarto evangelista. Jesús, desfigurado por los malos tratos y coronado de espinas, es presentado ante el pueblo: “ahí tienen al hombre”, “ahí tienen a su rey”. Celebrar la pasión y muerte de Jesús es una invitación: todo lo que trabajemos y suframos con amor no cae ya en el vacío.