III Domingo de Pascua, Ciclo B.
San Lucas 24,35-48:
La fe como confianza

Autor: Padre Jesús Espéja, O.P

Con permiso de: palabranueva.net 

 

 

La fe no es sólo aceptación de verdades misteriosas que no entendemos que nos proponen, sino sobre todo un encuentro personal con Dios tal como se ha revelado en Jesucristo; como ese Dios es siempre mayor, siempre también nos pide, ante nueva situación, que salgamos de la propia tierra. Por eso ante las dificultades de la vida, llegan las dudas: ¿está o no está Dios con nosotros? ¿Podemos seguir confiando?

Los discípulos primeros de Jesús no vieron al Resucitado con los ojos de la carne, sino con los ojos de la fe. Como nosotros, también ellos dudaron: ¿el Resucitado no será un fantasma? Si Dios ha resucitado a Jesús ¿por qué guardó silencio cuando le crucificaron? La experiencia de fe o encuentro personal con el Resucitado les dio confianza: ¿no ven como a lo largo de toda la Biblia se va manifestando cómo Dios realiza la salvación no por el poder de los faraones sino por aquellos y aquellas que se entregan por amor?

Hoy también nosotros tenemos esas mismas interrogantes y otras dudas.

Pero el Resucitado nos habla desde dentro a cada uno de nosotros y también a toda la comunidad cristiana: “¿por qué se alarman? ¿Por qué surgen dudas en su interior?; soy yo en persona”. Muchas veces seguimos pensado que nos salva el poder y el dominio sobre los demás. Pero lo que nos salva, nos humaniza, es el amor de Dios que gustamos en nuestra intimidad y nos da impulso para amar a todos.