I Domingo de Adviento, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

ü Lecturas:

o   Profeta Isaías 2, 1-5

o   Carta de San Pablo a los Romanos  13, 11-14

o   Mateo 24, 37-44

 

ü Hoy celebramos el primer domingo de Adviento. La Iglesia se prepara para rememorar el nacimiento del Salvador.

 

ü La temporada de Navidad suscita mil emociones en los niños y en los adultos. Esta explosión de alegría hace que la ciudad se transforme: las luces de colores, los árboles de Navidad, la música de los villancicos, los pesebres. Todo esto nos está recordando el hecho que partió en dos la  historia; por eso hablamos de “antes de Cristo y después de Cristo”.  ¡Increíble que el nacimiento de un niño haya producido semejante revolución!

 

ü Hace dos mil años, en Belén de Judá una aldea insignificante, sucedió lo inimaginable: la palabra eterna de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros.

 

ü Culturalmente estamos muy familiarizados con la escena de la  Natividad: María, José, el niño, los pastores. Hagamos un alto en el camino para tomar conciencia de lo que  sucedió. Ese bebé que, como todos los bebés del mundo, lloraba, dormía  y se alimentaba, es punto de encuentro entre Dios y la humanidad, entre la eternidad y el tiempo, entre la infinitud de Dios y la limitación de las criaturas. Al asumir nuestra condición humana quedamos impregnados de divinidad.

 

ü Sería una lástima que en esta temporada navideña nos quedáramos en la superficialidad de las apariencias: los regalos, las fiestas de las empresas, los platos típicos. Los invito a ir más allá de lo puramente folklórico y volver a descubrir el mensaje que nos están transmitiendo todas estas imágenes y símbolos:

o   La Navidad proclama el amor infinito de Dios Padre que nos da a su Hijo para que sea nuestro compañero de camino.

o   El rezo de la novena es una invitación para que las familias se reúnan y, como comunidad de fe, oren juntas a Dios, den gracias por los beneficios recibidos y se fortalezcan los vínculos del afecto.

o   La sencillez de las figuras del pesebre es una exhortación para superar las presiones del consumismo y volver a disfrutar de las realidades simples de la vida.

 

ü Los protagonistas centrales de la Navidad son los niños. Los adultos debemos poner todos los medios para que los niños vivan una experiencia inolvidable:

o   Más importante que los regalos es que comprendan el mensaje de espiritualidad que nos comunican el pesebre y la novena. Estas primeras experiencias de Dios – amor  son esenciales para  construir una sólida relación con Dios basada en el amor y no en el temor o en el interés.

o   Que reciban toda la ternura. La Colombia nueva con la que todos soñamos será el resultado de mujeres y hombres nuevos educados en el afecto, el respeto, el diálogo y la tolerancia. Los niños y los jóvenes son el principal activo de la sociedad. Protejámoslos, amémoslos.

o   Desterremos de nuestras celebraciones familiares el triste espectáculo de unos adultos borrachos, que  son un pésimo ejemplo y motivo de sufrimiento e incomodidad para todos. Recordemos que la Navidad es la fiesta de los niños; no la arruinemos con comportamientos impropios.

 

ü La primera lectura nos narra una visión del profeta Isaías. En ella, mujeres y hombres de todas las razas y culturas marchan gozosos hacia la casa de Dios, en la esperanza de que se instaure un nuevo orden. El profeta visualiza esa sociedad nueva donde no hay lugar para las armas que son instrumentos de destrucción y muerte: “De las espadas forjarán arados; de las lanzas harán herramientas para trabajar el campo. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra”.

 

ü Este gozoso caminar de las multitudes variopintas que se dirigen a  la casa de Dios es una hermosa ambientación para el Adviento: que estas semanas de preparación nos permitan crear un clima espiritual para disfrutar el misterio de la encarnación, presencia de Dios en medio de nosotros.

ü El evangelio nos exhorta  a estar preparados, porque en la hora menos pensada vendrá el Hijo del Hombre. En concreto, ¿cuál es la propuesta que nos hace el evangelista Mateo?

o   Nos invita a superar el cortoplacismo que nos impide mirar hacia delante. Con frecuencia tomamos las decisiones por las ventajas que podemos recibir  de manera inmediata, pero sin sopesar otro tipo de consecuencias a mediano y a largo plazo.

o   El evangelio nos invita a dejar a un lado la improvisación que es la causa de que las cosas se hagan mal. Dejamos todo para el último minuto.

o   El evangelio nos está diciendo que hay que tomar la vida con seriedad. Somos muy superficiales. Muchas personas tienen como único proyecto de vida pasarla bien; lo “chévere” se convierte en un fin que buscan con avidez. No podemos reducir la vida a una “rumba”. Hay que estudiar, hay que capacitarse, hay que trabajar duro.

 

ü Es hora de terminar nuestra meditación dominical al comenzar el tiempo de Adviento. Que esta explosión de luces, de decorados y de música no nos distraiga y podamos escuchar el mensaje de fondo: Dios se hace presente en medio de nosotros para transformar nuestras vidas.