II Domingo de Adviento, Ciclo A
Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.
ü
Lecturas:
o
Profeta Isaías
11, 1-10
o
Carta de San
Pablo a los Romanos 15, 4-9
o
Mateo 3, 1-12
ü
La liturgia de
este II Domingo de Adviento gira alrededor de dos personajes, el profeta Isaías
y Juan Bautista:
o
Cada uno de ellos
nos proporciona elementos muy ricos para prepararnos para la venida del Señor.
En esto coinciden. Pero se trata de estilos absolutamente diferentes.
o
El profeta Isaías
nos ofrece un texto de hermosa factura literaria, con imágenes vívidas de gran
impacto visual.
o
Por el contrario,
el texto que describe a Juan Bautista es austero, cortante, como fue este
personaje que sirvió de puente entre el Antiguo Testamento y el cumplimiento de
la promesa en el Nuevo Testamento.
o
Los invito a explorar el mensaje de estos dos personajes,
que acaparan nuestra atención en este día.
ü
Empecemos por el
profeta Isaías:
o
Describe al
Mesías, descendiente de la casa de David: “Brotará un renuevo del tronco de
Jesé, un vástago florecerá de su raíz”
o
Con hermosas
expresiones el profeta traza el perfil del Mesías, quien será un rey sabio y
justo, con una particular sensibilidad hacia los pobres, cuyos derechos
protegerá con particular interés.
o
Luego, con
imágenes tomadas de la naturaleza, describe la originalidad del nuevo orden
instaurado por el Mesías: “Habitará el lobo con el cordero, el novillo y el león
pacerán juntos”.
o
¿Qué nos quiere
decir el profeta Isaías a los hombres y mujeres del siglo XXI? Traduciendo a
nuestro lenguaje y a nuestro contexto social, podemos afirmar que se trata del
modelo de una sociedad incluyente, donde hay lugar para todos.
o
Uno de los
factores que más violencia genera es la intolerancia que excluye a determinados
grupos de la sociedad en razón de su raza o de su religión o de sus opiniones
políticas.
o
Los fundamentalistas de todas las corrientes
- fundamentalistas religiosos o políticos –
favorecen un modelo de sociedad donde sólo hay lugar para ellos. Los otros o
tienen que enmudecer o deben marcharse o son eliminados.
o
Superando las
radicalizaciones que se han agudizado entre nosotros como colectivo social,
debemos educar para construir un país nuevo, incluyente, donde todos podamos
vivir, trabajar y morir en paz. De ahí la importancia de no desanimarnos por los
obstáculos que encontramos en el tortuoso camino de la paz, la justicia y la
reconciliación.
o
Es la única forma para que se hagan realidad, en un futuro
no muy lejano, las hermosas metáforas del profeta Isaías: que puedan compartir
el mismo espacio el lobo y el cordero, el novillo y el león. Trabajemos por la
inclusión y desterremos todas las formas de exclusión.
ü
Pasemos ahora al
segundo protagonista de la liturgia de hoy, Juan Bautista:
o
Fue un líder comunitario de un movimiento de profunda
raigambre popular. Su carisma no consistía en la forma como halagaba el oído de
las multitudes. Todo lo contrario.
El atractivo consistía en su carácter recio,
insobornable, que no conocía el guante de seda de la diplomacia.
o
Una sola palabra sintetiza el mensaje de su predicación:
conversión. En
o
La condición
esencial para este redireccionamiento radical de la vida es reconocerse, ante
Dios y ante los demás, como pecadores y llenos de limitaciones.
o
Vale la pena
señalar que la conversión es un proceso que abarca toda nuestra existencia.
Nunca estaremos suficientemente convertidos, porque el amor no puede decir
“hasta aquí llegué”, “ya hice todo lo que tenía que hacer”.
o
El proyecto de vida de Juan Bautista fue preparar los
caminos del Señor. Todo un trabajo pedagógico para que los contemporáneos
pudieran abrirse a la figura y al mensaje de Jesús.
o
Los padres de familia y educadores deberíamos dirigir
nuestras miradas hacia Juan Bautista para asimilar su pedagogía. Debemos
preparar el terreno para que los niños y los jóvenes vayan creciendo en
autonomía, vayan tomando poco a poco las riendas de sus vidas, se dejen
interpelar por la palabra de Dios y sean sensibles ante las necesidades de los
pobres.
ü
Es hora de terminar nuestra meditación dominical centrada
en las figuras y
en los mensajes de estos dos personajes, el profeta Isaías y Juan Bautista.
Isaías nos muestra el orden nuevo que quiere construir el Mesías, orden nuevo
que no es otra cosa que el proyecto de una sociedad incluyente en la que hay
oportunidades para todos. Juan Bautista
nos invita a replantear radicalmente la orientación
de nuestras vidas. Que este Adviento o tiempo de preparación para la venida del
Señor sea la ocasión para hacer un alto en el camino y preguntarnos por el
modelo de sociedad que soñamos construir y las transformaciones personales que
buscamos.