Domingo de Ramos, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

 

ü Lecturas:

o   Profeta Isaías 50, 4-7

o   Carta de San Pablo a los Filipenses 2, 6-11

o   Marcos 14, 1 a 15,47 

ü Con la solemne entrada de Jesús en Jerusalén empieza la Semana Santa, dedicada a conmemorar la Pascua del Señor, es decir, su pasión – muerte – resurrección. 

ü Acabamos de escuchar el relato de la Pasión. Es un texto de gran intensidad, con diálogos rápidos;  en la Pasión  intervienen numerosos personajes, y se manifiestan todas las pasiones y sentimientos humanos: desde lo más bajo hasta lo más sublime. 

ü La lectura del relato de la Pasión puede tener dos interpretaciones, dependiendo de quién sea el lector. Desde la perspectiva del no creyente, este relato es la crónica de la más cruel conspiración en la que los intereses políticos, económicos y religiosos se alían para desembarazarse de una persona incómoda quien, con  la sola fuerza de su palabra y de su testimonio de vida, estaba desestabilizando las estructuras. Desde la perspectiva del no creyente, es el fracaso de un hermoso proyecto de solidaridad que empezaba a germinar en una alejada provincia del Imperio Romano. 

ü Desde la perspectiva del creyente, el relato de la Pasión es la expresión suprema del amor de Dios por la humanidad, que entrega su Hijo a la muerte para que nosotros renazcamos a una vida nueva. Se trata, pues, de dos lecturas diametralmente opuestas: la Pasión como fracaso y la Pasión como expresión de amor. 

ü Quisiera llamar la atención sobre  un aspecto muy interesante del relato del evangelista Marcos y que consiste en la descripción pormenorizada de la negación de Pedro:

o   Recordemos que Marcos fue secretario de Pedro y testigo presencial de sus catequesis. Muchos de los contenidos de su evangelio expresan vivencias y enseñanzas compartidas con quien fuera la cabeza de la Iglesia Apostólica.

o   ¿Cómo se entiende que Marcos, testigo privilegiado de Pedro y su confidente, describa con tanto detalle  la traición de éste? Podemos decir que Pedro hace confesión pública de su pecado a través de los escritos de su discípulo y secretario.

o   A Pedro no le interesa silenciar este capítulo doloroso de su vida. Quiere que todos lo conozcan para que sepan que el amor misericordioso de Dios  perdona todo; se trata, pues, de una confesión que comunica confianza y esperanza. 

ü Para una mejor comprensión de la negación de Pedro hay que relacionarla con el relato de la traición de Judas:

o   Estos dos comportamientos fueron anunciados previamente por Jesús.

o   Los dos personajes se dieron cuenta del atropello cometido, pero sus reacciones fueron muy diferentes: Pedro lloró amargamente y Judas se ahorcó.

o   Los dos tomaron conciencia de su acción, los dos sintieron remordimiento, pero las dos historias tuvieron final diferente.

o   ¿En qué consistió la diferencia? Pedro tuvo confianza en el amor misericordioso de Dios; Judas no se abrió a la acción de Dios y se hundió en la desesperanza. 

ü Quisiera invitarlos para que estos días santos sean un inmersión total en el amor misericordioso de Dios:

o   En todas nuestras casas hay una Biblia. Los invito a leer en familia, de manera pausada y comentada, el relato de la Pasión del Señor, siguiendo el texto de cualquiera de los evangelistas.

o   Reflexionemos sobre el comportamiento de cada uno de los personajes que aparecen (los discípulos, Judas, Pedro, los sacerdotes del Templo, los romanos, los soldados, el pueblo); contemplemos en silencio el dolor de Jesús que entrega su vida por nosotros; acompañemos a la madre de Jesús, horrorizada por las torturas que tiene que soportar su hijo.

o   Celebremos con devoción los actos litúrgicos de estos días.

o   El Jueves Santo  participemos activamente en la conmemoración de la institución de la Eucaristía; agradezcamos al buen Dios que nos invita a compartir su mesa.

o   El Viernes Santo inclinémonos ante la  cruz  que Jesús llevó sobre sus hombros por amor a nosotros; besemos esa cruz que sirve de puente entre el cielo y la tierra, entre la generosidad de Dios y el egoísmo nuestro; agradezcamos en silencio este supremo gesto de amor.

o   El Domingo de Pascua vivamos la alegría de la resurrección. El proyecto de Jesús no fue sepultado sino que sigue vivo y operante. El triunfo de Jesús sobre la muerte es nuestro propio triunfo. Su resurrección ilumina el sentido de la existencia humana pues nos está diciendo que estamos llamados a una vida como hijos de Dios. 

ü Es hora de terminar nuestra meditación dominical en este Domingo de Ramos, que abre las celebraciones de la Semana Santa. No permitamos que otro tipo de actividades nos distraigan de lo que es más importante, acompañar a Jesús paso a paso en su Pascua.