XVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

 

ü  Lecturas:

o   Profeta Isaías 23, 1-6

o   Carta de San Pablo a los Efesios 2, 13-18

o   Marcos 6, 30-34 

ü La homilía de este domingo tendrá un sabor diferente. No tomaré como inspiración el texto que propone el evangelista Marcos, sino  que analizaré algunas de las enseñanzas del Papa Benedicto XVI en su Carta encíclica El amor en la verdad – “Caritas in veritate” – sobre el desarrollo humano integral, recientemente publicada. 

ü En la actual coyuntura internacional - con preocupantes cifras sobre desempleo, producción industrial y comercio -, el Papa hace unas observaciones muy pertinentes para que los procesos económicos vuelvan a su cauce ético, del que se apartaron por la ambición y el egoísmo de sus gestores. 

ü ¿Por qué  esta encíclica se llama El amor en la verdad?

o   El Papa nos recuerda que toda la doctrina social de la Iglesia se inspira en estos dos  valores del amor y la verdad.

o   Se ha de practicar el amor a la luz de la verdad, en cuanto la verdad es luz que da sentido al amor. Nos dice el Papa que sin la verdad, el amor es puro sentimentalismo y se convierte en un envoltorio vacío que se rellena  arbitrariamente; este es el riesgo fatal que corre una cultura que se ha apartado de la verdad y le apuesta a otros intereses. 

ü Como punto de partida para sus enseñanzas sobre el desarrollo humano integral, el Papa Benedicto se apoya  en un profundo documento escrito por el Papa Pablo VI, la encíclica  El Desarrollo de los Pueblos, cuyo nombre en latín  es “Populorum Progressio” 

ü La encíclica del Papa Benedicto plantea muchos tópicos interesantes. En razón de la brevedad, me concentraré en dos puntos particulares: el desarrollo y la economía.

ü ¿Cuáles son algunas de las orientaciones que ofrece el Papa sobre el desarrollo social y económico?

o   Según el Papa, la verdad del desarrollo consiste en su totalidad. No podemos afirmar que se promueve el desarrollo si  no se beneficia a toda la persona, integralmente considerada, y a todos los seres humanos.

o   Esta afirmación tan simple tiene profundas repercusiones, ya que no podemos engañarnos diciendo que un país o que un continente  están creciendo porque hay algunas cifras positivas, pero al mismo tiempo se dan  situaciones graves de inequidad.

o   También nos dice el Papa que el verdadero desarrollo no consiste simplemente en hacer, en producir, en consumir. La clave del desarrollo está en captar el significado plenamente humano del trabajo.

o   De ahí los grandes aportes que el humanismo cristiano puede hacer para la marcha de la sociedad y para la promoción de un desarrollo auténticamente humano, pues desde la fe comprendemos al ser humano en toda su complejidad y riqueza como ser biológico, psicológico, social y  espiritual.

o   Por eso los funcionarios que están al frente de las dependencias que planifican la ciudad, el departamento y el país no pueden tener una formación exclusivamente técnica. Además de sus competencias disciplinarias, necesitan una formación en ciencias sociales para poder comprender los problemas de los individuos y las comunidades y así contribuir a su solución. Las respuestas puramente técnicas en la planificación del desarrollo pueden conducir a graves injusticias y atropellos.

o   En sus reflexiones sobre el desarrollo humano integral, el Papa nos invita a cultivar una sensibilidad particular frente a los asuntos ambientales. Al explotar los recursos naturales debemos tener presente que ellos son un regalo de Dios para todos los seres humanos: los de ayer, los de hoy y los de mañana. Por tanto, su uso implica una responsabilidad frente a las generaciones futuras. Por eso el Papa  habla de  “solidaridad  y justicia intergeneracional” 

ü Después de estas breves explicaciones sobre  la manera como el Papa concibe el desarrollo, veamos algunas de  sus enseñanzas sobre la economía:

o   Aunque el tema de la economía está presente en toda la encíclica, los principales aportes se encuentran en el Capítulo III. Empieza sus reflexiones señalando una realidad: en el mundo contemporáneo confundimos la felicidad con el bienestar material; se piensa equivocadamente que mientras más bienes de consumo acumulemos, más felices seremos…

o   Muchos economistas sostienen que la economía debe mantenerse alejada de lo que llaman “injerencias indebidas” de la ética. Según ellos, la economía toma sus decisiones a partir de los modelos matemáticos. Esa es su racionalidad.

o   Frente a estas pretensiones de autonomía absoluta, el Papa nos recuerda que la economía no puede ser neutral frente a la ética ni inspirarse exclusivamente en los modelos matemáticos pues está en juego la calidad de vida de los individuos y las comunidades, y su razón de ser es la consecución del bien común.

o   Hay políticas económicas que pueden ser muy coherentes con ciertos modelos macroeconómicos, pero que son inaceptables desde el punto de vista ético porque atentan contra la dignidad del ser humano y sus derechos fundamentales.

o   Un factor muy importante de la crisis que agobia a la economía mundial ha sido la falta de ética de quienes han estado al frente de gigantescos conglomerados financieros. La manipulación de las hipotecas por parte de unos directivos ambiciosos e inescrupulosos produjo el colapso de Wall Street; la especulación con los productos básicos ha distorsionado los mercados; el sueño de la riqueza fácil a partir de las “pirámides” desquiciaron las economías locales… Ante hechos tan  evidentes, ¡que no nos vengan a decir los economistas que su ciencia puede prescindir de los valores éticos! 

ü Es hora de terminar nuestra meditación dominical. El Papa Benedicto XVI, en su encíclica El amor en la verdad sobre el desarrollo humano integral, nos invita a integrar en nuestra visión del desarrollo y la economía los valores éticos y humanísticos. Su olvido  ha traído dolorosas consecuencias para la marcha de la sociedad y la recuperación tomará tiempo.