Solemnidad: Todos los Santos

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

 

ü Lecturas:

o   Libro del Apocalipsis 7, 2-4. 9-14

o   I carta del apóstol San Juan 3, 1-3

o   Mateo  5, 1-12 

ü Hoy celebra la liturgia la fiesta de Todos los Santos, que fue precedida por el Halloween o Noche de las Brujas, y que  tendrá, como continuación, la conmemoración de los Fieles Difuntos. Estas celebraciones en tres días  sucesivos (31 de octubre, Halloween; 1 de noviembre, Todos los Santos; 2 de noviembre, Difuntos), aunque  muy diferentes, tienen unas conexiones interesantes. Por eso su programación consecutiva no es una simple coincidencia.  

ü En esta celebración dominical, los invito a descubrir el sentido de cada una de ellas así como sus conexiones, siguiendo su secuencia temporal. 

ü Empecemos, pues, por el 31 de octubre con su Noche de Brujas o Halloween:

o   La fiesta del Halloween o Noche de las Brujas tiene una historia muy antigua y en ella convergen tradiciones muy diferentes; usando una palabra técnica que no es muy conocida para la mayoría de las personas, podemos afirmar que esta fiesta es un caso muy interesante de “sincretismo” religioso y cultural

o   Lo más antiguo que se conoce es una celebración Celta en las Islas Británicas en el siglo I A.C. Esta celebración se llamaba “samhein” y se celebraba en los primeros días de noviembre; los sacerdotes de esa religión que se llamaba Druidismo servían de “médium” para comunicarse con los antepasados difuntos; los celtas creían que los espíritus de los muertos regresaban a principios de noviembre  para visitar su antigua lugar de vivienda

o   Con la llegada del Cristianismo desaparece el Druidismo como religión, pero los nuevos bautizados siguen con la costumbre de invocar a los espíritus.

o   Los ingleses recientemente bautizados empezaron a celebrar la víspera de la fiesta de Todos los Santos; en  inglés antiguo la fiesta se llamaba “All Hallow’s Even” (= noche de todos los santos); poco a poco fue degenerando la pronunciación y se llegó a la palabra que hoy usamos en inglés, “Halloween”

o   Los ingleses empezaron a mezclar las dos celebraciones litúrgicas, la de Todos los Santos y la de los Difuntos; esta fusión de dos fiestas, unida a la creencia generalizada durante la Edad Media en brujas y demás espíritus, llevó a que la celebración del “Halloween” juntara brujas, fantasmas, diablos, muertos, disfraces

o   Esta tradición anglosajona es retomada por los norteamericanos, quienes la comercializaron y nosotros la copiamos, y así llegamos a la “Noche de las Brujas” del 31 de octubre

o   Así, pues, detrás de la inocente celebración de los niños hay una historia muy larga, donde coexisten elementos de orígenes muy diversos y que se ha convertido en objeto de consumo de las grandes tiendas. 

ü En este momento de la reflexión es claro para nosotros que la celebración de la Noche de Brujas o Halloween es punto de encuentro de un rito celebrado por los Celtas de las Islas Británicas, quienes, al convertirse al cristianismo siguieron invocando a los espíritus como lo habían hecho sus abuelos, e igualmente acogieron los ritos y fiestas que les proponía la nueva religión, el Cristianismo. 

ü Esto nos lleva a indagar por los orígenes de la fiesta del 1 de noviembre para honrar a todos los santos:

o   Los primeros cristianos sentían una especial veneración por los mártires, aquellos seres excepcionales que habían sacrificado sus vidas por ser consecuentes con su fe. Cada año conmemoraban  el aniversario de su muerte con una celebración eucarística y, si podían, visitaban su tumba.

o   Cuando cesaron las persecuciones, los cristianos no sólo continuaron honrando la memoria de los mártires, sino que también honraron la memoria de otros cristianos que habían dado un ejemplo notable de fidelidad al evangelio, se habían distinguido por su profunda vida interior y por el  servicio desinteresado a los hermanos.

o   Ante la imposibilidad de honrar individualmente a los innumerables hombres y  mujeres que habían vivido con particular intensidad su compromiso de fe, la Iglesia estableció esta fiesta  para honrar a  TODOS LOS SANTOS, los famosos y los anónimos, los canonizados y los del montón, mujeres y hombres, pertenecientes a todas las actividades humanas y a todas las culturas.

o   Esta fiesta también nos invita a reflexionar sobre el llamado que Dios nos hace a la santidad, la cual no consiste en manifestaciones extrañas  sino en cumplir fielmente la voluntad de Dios en la vida diaria. 

ü Este recuerdo de los que nos han precedido en la casa de nuestro Padre común, nos conduce a hacer un alto en el camino para orar por nuestros difuntos. Tal es el sentido afectuoso y lleno de nostalgia de esta conmemoración del 2 de noviembre:

o   El 2 de noviembre es un día de recuerdos: nuestra memoria revive aquellos momentos que compartimos con los que ya murieron; esos recuerdos nos hacen alternar sentimientos de tristeza y recuerdos felices

o   El 2 de noviembre es un día de oración: a través de la oración nos ponemos en comunicación con nuestros seres queridos quienes, aunque no nos acompañan físicamente, sí continúan actuantes en nuestras vidas; la oración nos permite hacer realidad la “comunión de los santos”, esa solidaridad que rompe las barreras del espacio y del tiempo

o   El 2 de noviembre  es un día en el que fortalecemos nuestra identidad: el recuerdo de nuestros seres queridos nos permite renovar la conciencia de nuestras tradiciones, de nuestros valores, de nuestras costumbres

o   El 2 de noviembre es un día en el que expresamos nuestros sentimientos a través de gestos cargados de significados:  mucha gente va al cementerio (la palabra “cementerio” significa “dormitorio”), limpian las tumbas, hacen arreglos florales, rezan. 

ü Es hora de terminar nuestra meditación dominical, en la cual hemos querido articular las tres celebraciones del Halloween, Todos los Santos y Fieles Difuntos. En medio de su diversidad, hay ciertos elementos comunes que vale la pena destacar.