Domingo XXI del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J. 

 

ü  Lecturas:

o   Profeta Isaías 22, 19-23

o   Carta de san Pablo a los Romanos 11, 33-36

o   Mateo 16, 13-20 

ü El orgullo hace parte de la condición humana. En ocasiones, el orgullo nos hace reaccionar en términos de superación y crecimiento. Pero, en la mayoría de los casos, nos lleva a una lectura distorsionada de lo que somos, de lo que podemos y de nuestras relaciones con los demás. En ese sentido, el orgullo es un mal consejero que nos induce a caminar por senderos equivocados y a realizar proyectos absurdos. 

ü El más absurdo de todos los proyectos es olvidarnos de nuestra condición humana, de nuestros límites, y creer que poseemos la sabiduría y el poder de Dios. En el Libro del Génesis, encontramos dos relatos que nos hacen comprender a dónde conduce el orgullo; son dos textos cargados de simbolismos, en los cuales no vale la pena buscar la verdad del dato histórico sino el sentido de las imágenes y su mensaje; estos dos relatos son el diálogo entre la serpiente y la mujer, y el proyecto de la torre de Babel:

o   En el diálogo sostenido en el jardín del paraíso, la serpiente le dice a la mujer que si ella y su esposo comen del fruto del árbol prohibido conocerán el bien y el mal y serán como dioses; la serpiente ofrece el conocimiento como camino que nos permite igualarnos a Dios. Ante semejante propuesta, la pareja humana fue incapaz de negarse.

o   La segunda escena es la ilusión  de construir la torre más alta, que inmortalizaría a sus gestores; la desbordada ambición de este proyecto se volvió contra sus promotores, quienes se hundieron en el caos. 

ü A través de estos relatos ilustrados  con sugestivas imágenes, se nos está diciendo que los proyectos humanos, cuando pierden el sentido de las proporciones, conducen a estruendosos fracasos. Debemos, pues, ser conscientes de nuestros límites, de nuestra condición de creaturas, y redefinir nuestras relaciones con Dios, con los demás y con la naturaleza. 

ü El siglo XX fue testigo del nacimiento, desarrollo y desaparición de dos gigantescos proyectos políticos que causaron infinitos sufrimientos a millones de seres humanos: el nacional-socialismo de Hitler, y la dictadura del proletariado del marxismo:

o   Aunque estos dos proyectos eran entre sí enemigos mortales, coincidían en su negación de los derechos fundamentales del ser humano para subordinarlo a la ideología de una sociedad totalitaria.

o   Su visión de la historia llevó a estos dos sistemas a una persecución radical de los valores del espíritu y quisieron borrar la presencia de Dios, pues era incompatible con sus pretensiones hegemónicas.

o   Todos conocemos el final de la película; el nacional-socialismo fue derrotado en la II Guerra Mundial, causando más de cincuenta millones de muertos; y la Unión Soviética se derrumbó  a comienzos de los años 90, incapaz de satisfacer las demandas de millones de ciudadanos. 

ü Estos intentos por imponer concepciones absolutistas del Estado, pisoteando los derechos fundamentales y los valores del espíritu, fracasaron; el poder intimidatorio de su policía secreta y de sus ejércitos es solo un doloroso recuerdo. 

ü ¿Qué sentido tienen estos comentarios  que hemos hecho sobre el diálogo entre la serpiente y la mujer en el paraíso, la torre de Babel, el nacional-socialismo de Hitler y la dictadura del proletariado del marxismo? Son diversas expresiones del orgullo humano que, enceguecido, ha tomado decisiones erradas; utilizando una expresión coloquial, podemos decir que “se les fueron las luces”; quisieron ser como dioses y se equivocaron en los proyectos que emprendieron.  

ü La segunda lectura, tomada de la carta a los Romanos, ofrece elementos muy precisos para ubicarnos en nuestras relaciones con Dios y con los  demás. Es muy fácil perdernos en el viaje de la vida porque podemos seguir pistas falsas. Los viajeros de la antigüedad se guiaban por la posición de las estrellas, pero si el mal tiempo las cubría, quedaban sin punto de referencia. El invento de la brújula fue un salto cualitativo en cuanto ofrece información confiable a los viajeros. En nuestro tiempo se ha desarrollado una tecnología fantástica que nos permite saber el lugar exacto en que nos encontramos, definir el punto de llegada, y el sistema nos programará la ruta más indicará la mejor ruta. Es  la tecnología conocida como GPS.  

ü Este texto de la carta a los Romanos es una especie de GPS que nos ubica y nos muestra el camino. Nos dice el apóstol san Pablo: “Todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él”. Afirmación contundente que nos ubica; definitivamente, no somos dioses; nuestra vida y toda esa inmensa variedad de formas del macrocosmos y del microcosmos han salido de las manos creadoras de Dios; somos simples administradores que hemos sido invitados a colaborar en este gran proyecto que debe continuar a través de nuestro trabajo. 

ü El peor  error de un administrador es creerse el  dueño; a partir de ese momento, empieza a tomar decisiones equivocadas. ¡El mundo de la economía y de la política seria muy distinto si sus gestores  tuvieran conciencia de ser simples   administradores al servicio de lo público! 

ü En este formidable texto de la carta a los Romanos hay otras expresiones que ayudan    a que  la ciencia y la tecnología se ubiquen y no pierdan el camino. “¡Qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia  de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién  ha conocido jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero?”:

o   Ciertamente, la ciencia y la tecnología ofrecen posibilidades insospechadas para mejorar la calidad de vida de la humanidad. Pero la búsqueda del progreso tiene que respetar los principios éticos; el fin no justifica los medios.

o   El optimismo de los científicos no puede engañarlos hasta el extremo de creer que pueden resolver todos los problemas; hay límites insuperables que son consecuencia de nuestra condición de seres mortales y limitados.

o   Hay preguntas que tocan las entrañas mismas de nuestra existencia, las cuales no se resuelven en un laboratorio de biología molecular. Podemos repetir con san Pablo: “¡qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia de Dios!, ¡qué insondables son sus caminos e incomprensibles sus caminos!”. 

ü El mensaje de esta lectura de san Pablo es muy claro: que el éxito que obtengamos, que el dinero, que la figuración política no nos deslumbren y caigamos en la tentación de sentirnos superiores, como si fuéramos pequeños dioses.