Domingo XI del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J. 

 

ü  Lecturas:

o   Profeta Ezequiel 17, 22-24

o   II Carta de san Pablo a los Corintios 5, 6-10

o   Marcos 4, 26-34 

ü En la liturgia de este domingo, predominan las imágenes tomadas de la vida del campo. Tenemos que ubicar este lenguaje en el horizonte de una sociedad tradicional cuya actividad económica estaba centrada en la agricultura y la ganadería:

o   Por eso, el profeta Ezequiel manifiesta el mensaje de Dios en palabras campesinas: “Yo tomaré un renuevo de la copa de un cedro, de su rama más alta cortaré un retoño. Lo plantaré en la cima de un monte excelso y sublime. Lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Echará ramas, dará fruto y se convertirá en un cedro magnífico”.

o   El evangelista Marcos reproduce unas enseñanzas de Jesús que describen el desarrollo del Reino de Dios mediante la imagen de la “semilla”: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra una semilla en la tierra…” 

ü Para las personas que están familiarizadas con las faenas del campo, estas imágenes son muy sugestivas, pues expresan, de manera sencilla y elocuente, la acción de Dios en nuestros corazones y en la vida de las comunidades. Así como la vida nueva que se desarrolla en un retoño o en una semilla requiere unas condiciones para que pueda convertirse en una planta adulta (temperatura, humedad, oxígeno, luz, nutrientes, etc.), así la gracia de Dios exige, de parte nuestra, acogerla favorablemente sin generar resistencias.

ü Estas inspiradoras imágenes del retoño y la semilla nos ayudan a comprender que la existencia humana debe ser entendida como un conjunto de procesos y que hay que estar atentos para que se den las condiciones favorables que permitan avanzar. Teniendo como telón de fondo estas imágenes, los invito a hacer unas sencillas reflexiones sobre lo que significa la educación en la fe y en los valores.  

ü ¿Qué aportan estas imágenes del retoño y la semilla para una mejor comprensión de lo que significa la educación en la fe?

o   Cada uno de nosotros construye un modelo particular de relación con Dios, así como cada hijo tiene una manera propia de interactuar con sus padres.  Ciertamente, en el plan de Dios esta relación debería basarse en la confianza total en Él, que nos colma de bendiciones.

o   Sin embargo, la experiencia nos dice que muchas personas alimentan su relación con la trascendencia de sentimientos como el temor o el interés o la sospecha… Todo, menos la confianza. ¿Por qué? El corazón humano es muy complejo y cada uno tiene sus propias historias íntimas… Es posible que estas maneras atormentadas de relacionarse con Dios sean el resultado de experiencias negativas en la educación  religiosa o  del mal ejemplo de los mayores o porque se sintieron agobiados por los escándalos de los que se decían anunciadores de Dios, etc.

o   Utilizando las imágenes que nos proporcionan las lecturas de hoy, podríamos decir que los retoños y semillas de fe y espiritualidad estaban enfermos desde sus orígenes,  y además no  contaron con las condiciones adecuadas para convertirse en plantas vigorosas. 

ü ¿Qué aportan estas imágenes del retoño y la semilla para una mejor comprensión de la educación? La educación en los valores, que nos permite una adecuada inserción en la vida social, es un proceso que toma  años, que cobra muy caro los errores y que está fuertemente condicionado por el ejemplo de los adultos:

o   Pensemos, por ejemplo, en el respeto como un valor esencial para la convivencia social. Se va interiorizando a través de la observación de los modelos de comportamiento que el niño tiene a su alrededor. Los adultos no somos conscientes del daño devastador que causamos en los niños y en los jóvenes a través de nuestros comentarios imprudentes y de las acciones negativas que llevamos  a cabo en la vida familiar y social.

o   Los niños son muy frágiles; su proceso de desarrollo, en lo positivo y en lo negativo, se nutre de lo que producen muchos agentes externos (familia, compañeros de colegio, medios de comunicación, sociedad de consumo, etc.) Por eso las imágenes del retoño y la semilla son un llamado de atención sobre nuestros comportamientos como adultos: ¿qué mensajes de valores y antivalores estamos transmitiendo con el ejemplo que damos? 

ü El profeta Ezequiel y el evangelista Marcos utilizan las imágenes del retoño y la semilla para referirse a la acción de Dios. Estas imágenes sencillas, tomadas de la vida del campo, nos invitan a leer la vida como un delicado proceso de crecimiento y maduración. Este proceso se ve continuamente amenazado por la acción de innumerables agentes, y en cualquier momento se puede frustrar. De ahí la importancia de asumir una actitud vigilante y crítica, y no sentirnos seguros como si estuviéramos definitivamente  blindados frente a  las crisis.