Domingo XVI del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

ü    Lecturas:

o       Profeta Jeremías 23, 1-6

o       Carta de San Pablo a los Efesios 2, 13-18

o       Marcos 6, 30-34

 

ü     Cuando escuchamos la proclamación del evangelio de este domingo, llama la atención la atmósfera de intimidad que nos comunica. En el grupo se comparten experiencias y sentimientos; ahora bien, ni siquiera en estos momentos familiares, Jesús puede tomar distancia de las multitudes que lo asedian, percibe sus carencias y siente la necesidad de dar respuesta.

 

ü    Les propongo que centremos nuestra reflexión dominical alrededor de tres temas:

o       En primer lugar, exploraremos la dinámica afectiva que se establece entre Jesús y sus discípulos.

o       En segundo lugar, reflexionaremos sobre la articulación entre trabajo y descanso, que aparece en el evangelio de hoy.

o       En tercer lugar, profundizaremos en las observaciones críticas que hace Jesús sobre la mediocridad de los dirigentes.

 

ü     Exploremos, pues,  la dinámica afectiva que se establece entre Jesús y sus discípulos:

o       Los discípulos regresan de su primera salida misionera. Es fácil imaginar el clima del reencuentro: quieren contar al Maestro y a los compañeros las experiencias vividas. Todos hablan al tiempo.

o       Jesús sonríe, satisfecho, porque  los discípulos han salido airosos de su primer “trabajo de campo”, como dirían los científicos sociales.

o       La vida de Jesús, cuyo objetivo único es cumplir la voluntad del Padre, se desarrolla en dos escenarios: por una parte, sus actuaciones públicas, cuando predicaba a las multitudes y curaba a los enfermos; y sus actuaciones dentro del círculo íntimo de sus doce discípulos escogidos. Les dedicaba una atención especial con el fin de formarlos para la misión de anunciar el evangelio.

o       Dentro del grupo, Jesús Maestro ofrece una educación personalizada, en el sentido de que responde a sus dudas, desarrolla con mayor amplitud algunos temas que ha expuesto a las multitudes; a través de un diálogo amable va puliendo esas personalidades rudas que tienen que madurar para poder asumir la colosal tarea de construir la Iglesia.

o       Como Maestro y amigo, se preocupa por su bienestar y salud; de ahí que les proponga tomarse algunos días de descanso para que puedan recuperar las fuerzas y evaluar las experiencias vividas.

 

ü     Así, pues, llegamos al segundo punto de nuestra meditación dominical, la articulación entre trabajo y descanso:

o       El texto nos narra que Jesús invita a sus discípulos para que se retiren a un lugar tranquilo a descansar.

o       El ser humano necesita alternar el trabajo y el descanso, el esfuerzo físico e intelectual con el reposo. De este cuidadoso balance dependen la salud física y mental, y el buen desempeño de nuestras responsabilidades.

o       Ahora bien, el descanso es un arte que hay que aprender. Muchas personas creen equivocadamente que el descanso y las vacaciones consisten en emprender extenuantes actividades físicas y sociales. Y terminan agotadas pues el organismo no tuvo tiempo para recuperarse.

o       Hay personas que pasan horas interminables frente a un televisor maltratando su columna vertebral y fatigando sus ojos.

o       Aprender a descansar es un aprendizaje que debemos hacer, ya que de él depende, en gran parte, la calidad de vida.

 

ü     Llegamos así al tercer punto de nuestra meditación, donde Jesús formula agudas críticas a la mediocridad de los dirigentes:

o       Nos cuenta el evangelista Marcos que “al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos porque andaban como ovejas sin pastor”

o       Para comprender el alcance de este texto hay que leerlo teniendo como telón de fondo las enérgicas denuncias del profeta Jeremías que escuchamos en la primera lectura, quien echa en cara a los pastores de Israel haber traicionado su misión: “Así dice el Señor, Dios de Israel, a los pastores que pastorean a mi pueblo: Ustedes dispersaron mis ovejas, las expulsaron, no las guardaron; yo les tomaré cuentas por la maldad de sus acciones”.

o       Las palabras de Jesús y del profeta Jeremías adquieren mayor significación para nosotros si en lugar de pastores hablamos de líderes. Una de las graves carencias de nuestro tiempo es la mediocridad de los dirigentes, su incapacidad para  presentar proyectos positivos que aglutinen a la comunidad.

o       El liderazgo no se debe entender como imposición de una autoridad, sino como la capacidad de generar dinámicas que favorezcan el bien común. Y esto lo podemos hacer dentro del  medio en que nos movemos: el hogar, el colegio, la universidad, el trabajo, el grupo de amigos.

 

ü     Es hora de terminar nuestra meditación dominical. El texto del evangelio nos ha permitido avanzar en el conocimiento de Jesús, quien interactúa con el grupo más íntimo de sus colaboradores. El texto de hoy también nos ha servido para tomar conciencia sobre el arte de descansar y nos ha llevado a reflexionar sobre la mediocridad de muchos dirigentes y sobre la obligación de asumir un liderazgo de servicio dentro de nuestros grupos de referencia.