Domingo XX del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

ü   Lecturas:

o       Isaías 56, 1.6-7

o       Carta de San Pablo a los Romanos 11, 13-15.29-32

o       Mateo 15, 21-28

 

ü      El evangelio de hoy tiene como figura dominante a una mujer cananea quien, ante la enfermedad de su hija, busca en Jesús la solución a su drama familiar.

 

ü      Muy probablemente nos hemos sentido impactados al escuchar de labios de Jesús expresiones muy duras dirigidas a esta madre angustiada: “sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel”, “no está bien echar a los perros el pan de los hijos”. ¿Por qué Jesús utiliza semejante lenguaje?

 

ü      Es importante que conozcamos el contexto de esta acción salvífica de Jesús:

o       Los fariseos y los maestros de la ley han declarado la guerra a Jesús. Por eso él se retira a la región de Tiro y Sidón, que era un territorio pagano, al norte de Galilea.

o       En este relato Jesús muestra que la salvación ha superado las fronteras religiosas y culturales de Israel para abrirse a los demás pueblos.

o       En el Antiguo Testamento, el adjetivo cananeo/a designaba a los paganos, es decir, a aquellos pueblos que no pertenecían al pueblo de la promesa; el mismo alcance tenía la palabra “perro”, que era usada de manera despectiva por los judíos para referirse a los extranjeros que no compartían la fe en Yahvé.

o       Al escribir este relato, Mateo piensa en aquellos miembros de la comunidad que ponían obstáculos al bautismo de los paganos y veían con malos su integración a la Iglesia. Entre los judíos bautizados era frecuente creer que ellos, en virtud de su raza, eran los únicos destinatarios de las promesas. Jesús rompe estos esquemas exclusivistas.

 

ü      Después de comprender el contexto de este relato – que es la tensión entre los judíos bautizados que  rehusaba recibir a los paganos dentro de las comunidades cristianas -, podemos profundizar en la petición que esta madre angustiada dirige a Jesús:

o       Es una solicitud desinteresada pues la mujer no pide para ella sino para su hija, que se encuentra en una situación desesperada.

o       La madre cananea nos enseña que debemos ser sensibles a las necesidades de los demás. Con frecuencia, sólo tenemos ojos para nuestras dificultades  personales. La incapacidad para mirar a nuestro alrededor nos hace creer que nuestros problemas son los más grandes y que nuestro drama individual no tiene comparación... Al mirar el entorno podemos redimensionar nuestras dificultades.

o       La petición de la madre angustiada se inspira en una confianza sin límites: “”Ten compasión de mí, Señor, hijo de David”, “Señor, socórreme”

o       En este relato, los discípulos sirven de facilitadores, pues establecen un puente de comunicación entre Jesús y la mujer. Ante el aparente desinterés de Jesús por los gritos de ésta, ellos hacen de promotores de su causa; en el lenguaje de hoy, podemos afirmar que se muestran hábiles maestros en el arte del cabildeo o lobby.

o       Jesús quiere poner a prueba la fe de la cananea para cerciorarse de la autenticidad de su oración. Cualquiera de nosotros hubiéramos vuelto las espaldas a Jesús, pues  hubiéramos considerado insultantes sus palabras.

o       Sin embargo, la cananea no se desanimó, sino que siguió insistiendo. Por eso Jesús reconoció la admiración que sentía hacia ella: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”

 

ü      Además de la persistencia en la oración, otro gran tema teológico de este relato de San Mateo es la universalidad del anuncio de salvación:

o       Este mensaje de universalidad aparece con gran nitidez en la primera lectura, tomada del profeta Isaías: “A los extranjeros que se han dado al Señor para servirlo (....) los traeré a mi monte santo, los alojaré en mi casa de oración”

o       Esta misma idea resuena en el Salmo responsorial: “Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben”

o       El tema de la universalidad de la salvación suena muy bien a los oídos de una sociedad pluralista como la nuestra. Ahora bien, el reconocimiento de la universalidad  también plantea serios problemas prácticos porque nos exige abrirnos a otras culturas, con horizontes simbólicos que nada tienen que ver con lo que hemos aprendido nosotros. Pensemos, en concreto, que la universalidad del anuncio de la salvación  nos exige aceptar formas litúrgicas que pueden parecernos exóticas (los africanos y los asiáticos hablan con Dios  mediante símbolos ajenos a las  costumbres occidentales), sus tradiciones culturales tienen consecuencias en cuanto al ordenamiento disciplinar (el Derecho Canónico es una estructura absolutamente extraña para ellos), las formulaciones doctrinales que han sido elaboradas por la Iglesia a lo largo de los siglos deben ser  expresadas en un lenguaje comprensible para estas culturas que no  se articulan dentro de nuestros conceptos filosóficos y teológicos heredados del mundo greco - romano.

 

ü     Es hora de concluir nuestra meditación dominical:

o       La mujer cananea, con su oración inspirada en una confianza absoluta, nos muestra lo que puede lograr la fe.

o       Nuestra oración no puede darse por vencida ante el primer obstáculo, sino que debemos ser perseverantes.

o       El reconocimiento de que la salvación es una oferta que se hace a las mujeres y hombres de todas las culturas nos exige erradicar los sentimientos discriminatorios: todos los seres humanos hemos sido creados por el designio amoroso de Dios y todos, sin excepción, somos llamados a convertirnos en sus hijos y herederos.