Domingo XXV del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

ü     Lecturas:

o       Sabiduría 2, 17-20

o       Carta del apóstol Santiago 3, 16-4,3

o       Marcos 9, 29-36  

 

ü      En el área de la Administración son muy abundantes las publicaciones sobre cómo ejercer liderazgo en las empresas; se dan consejos para ascender a los cargos directivos. Tienen gran éxito las “Memorias”  de los Presidentes o CEO de multinacionales que desarrollaron gestiones particularmente brillantes, habiendo empezado desde los escalones más bajos de la pirámide empresarial. Las editoriales saben que estas publicaciones tienen  un éxito asegurado pues hay un  público sediento de  conocer la fórmula que los catapultará a la cima.  

 

ü      El evangelio de hoy ofrece un mini-curso sobre liderazgo, pero en términos muy distintos del que propone la literatura que se ha desarrollado en el campo de la Administración. Se trata de un liderazgo diferente, que se resume en el siguiente principio: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”  

 

ü      Los invito a profundizar en esta propuesta alternativa de liderazgo, y para ello vamos a contextualizarla:

o       A pesar de las continuas enseñanzas de Jesús, los discípulos estaban perdidos. ¿Por qué estaban perdidos? Porque no habían entendido que el Mesianismo que encarnaba Jesús no se expresaba a través del poder político, sino que pasaba por la terrible experiencia de la pasión y muerte para resucitar después. Nos dice el texto de Marcos: “no entendían aquello y les daba miedo preguntarle”

o       Tampoco entendían las diferentes reglas de juego de la comunidad  que había venido a instaurar, en la cual los jefes no estaban para ser servidos, sino para servir.

o       La escena que nos presenta el evangelio de hoy sugiere que entre los discípulos había estallado una agria discusión sobre el poder y las jerarquías. Nos dice San Marcos: “por el camino iban discutiendo quién era el más importante”

o       Esto nos muestra que Jesús había escogido  a seres humanos de carne y hueso, con las ambiciones y celos que se presentan en todos los grupos. Los discípulos no estaban hechos de un material diferente.  

 

ü      Las ambiciones de los discípulos contrastaban agudamente con lo que habían visto en su Maestro, que no se había encarnado para buscar reconocimiento social sino para entregar su vida por la humanidad.  

 

ü      El mini-curso sobre liderazgo que ofrece el evangelio de hoy plantea una lógica diferente de la que aparece en los libros de Administración:

o       En la lógica de Jesús, se tiene prestigio, no cuando se ocupa un puesto destacado, sino cuando se sirve a los demás. Pero la propuesta va más lejos pues define la población – objetivo (o “target”, como dicen los expertos en Mercadeo): se trata de servir a los seres humanos anónimos, a los NN que no aparecen en las páginas de los diarios, a los no-protagonistas de novela, los cuales están simbolizados en el niño al que hace referencia el relato: “El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí”

o       Detengámonos en la palabra “servicio”, la cual se usa ampliamente cuando se habla de relación con los clientes. Con frecuencia escuchamos frases como “estamos a su servicio”, servir es un placer”, “servir es nuestra especialidad”. Se trata de una estrategia para atraer a la clientela y para “fidelizarla” – horrible neologismo utilizado por los expertos en Ventas -. Se espera que el  servicio mejorará los rendimientos financieros para alegría de los accionistas. Y esto es legítimo.

o       Pues bien, en este liderazgo alternativo que propone Jesús, el servicio es absolutamente desinteresado pues no se espera que genere beneficios económicos. Se trata simplemente de construir comunidad y de crear una atmósfera de solidaridad.  

 

ü     Es hora de terminar nuestra meditación dominical. Hoy hemos hecho un mini-curso sobre liderazgo, tal como lo entiende Jesús. Liderazgo que no busca la figuración social sino que se realiza a través del servicio discreto a los demás. Antes de concluir quiero recordarles que hoy se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad de Cali. Pidámosle a la Virgen  por nuestra ciudad, para que en ella  brillen valores tales como el civismo, la solidaridad social, la convivencia pacífica y el empuje empresarial; oremos para que Cali supere la crisis de liderazgo que la agobia. Igualmente pidamos a Nuestra Señora de la Merced, patrona de las cárceles, por los que  se encuentran en prisión, en particular por aquellos que esperan que se les resuelva su situación y  se haga justicia.