Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

 

ü     Lecturas:

o       Profeta Malaquías 1, 14; 2, 2b.8-10

o       Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2, 7b-9.13

o       Mateo 23, 1-12

 

ü     Las lecturas de hoy, en particular el texto del profeta Malaquías y el evangelio de San Mateo, nos ofrecen, como tema de reflexión, el liderazgo.  Esta temática es desarrollada en negativo y en positivo, es decir, se nos muestra el lado oscuro del liderazgo, cuando éste es ejercido contra los intereses de las personas y las comunidades; y también se nos muestra el lado luminoso de éste, cuando se asume como un servicio.

 

ü    Esta lección sobre el liderazgo se alimenta de la experiencia de Jesús, quien se enfrentó con las autoridades religiosas y políticas de su tiempo; y se nutre de la experiencia  vivida por los cristianos del siglo I, quienes padecieron los ataques de la sinagoga.

 

ü     El texto de Mateo tiene dos partes:

o       La primera parte es una crítica a los escribas y fariseos; en contraste con el comportamiento de ellos, Jesús enseña a sus discípulos lo que no deben ser.

o       La segunda parte ofrece el perfil ideal de los seguidores de Jesús y de las comunidades formadas por éstos.

 

ü     Empecemos, pues, por la crítica que Jesús hace a los escribas y fariseos; en este pasaje desenmascara cuatro comportamientos que eran frecuentes entre los integrantes de este colectivo:

o       Jesús empieza por echarles en cara su incoherencia: “No hacen lo que dicen”. Sus piadosos discursos sobre la ley y los profetas eran desmentidos por sus actos. El discurso religioso iba por un lado y la vida iba por otro lado; exhortaban al cumplimiento de los mandamientos y demás obligaciones, pero ellos no respetaban nada de eso (engañaban, eran arbitrarios en  la aplicación de la justicia, etc.) En el evangelio de San Mateo encontramos varios pasajes en los cuales se insiste en la importancia de actuar  de manera consecuente; lo que importa son las acciones y no tanto los discursos.

o       Jesús también les critica a los escribas y fariseos su doble moral: “Cargan fardos insoportables sobre los hombros de la gente y no mueven un dedo para ayudar”. Con frecuencia encontramos personas que son jueces implacables de los demás y que son absolutamente indulgentes y “manguianchos” con su conducta personal.

o       El tercer pecado que Jesús denuncia es la hipocresía, pues ellos llevaban sobre la cabeza y en los brazos todos los símbolos religiosos (los judíos tenían prohibido utilizar medallas como lo hacemos nosotros; en lugar de  esto se amarraban pequeños textos de la Biblia para que los demás vieran que ellos eran piadosos y practicantes...) A pesar de todas esas manifestaciones externas, su corazón estaba muy lejos de los valores del espíritu. Sólo les interesaban las apariencias.

o       El cuarto pecado que denuncia Jesús en los líderes religiosos y sociales de Israel es el afán de protagonismo. Les fascinaba ocupar los primeros puestos y que la gente les rindiera pleitesía.

o       A través de estas cuatro críticas implacables queda claro que se trata de un liderazgo equivocado, que ha perdido su razón de ser que no es otra cosa que el bien común.

 

ü    Pasemos ahora a la propuesta positiva que nos hace el evangelista San Mateo quien, en agudo contraste con los vicios y pecados que acaba de denunciar, presenta los rasgos del auténtico liderazgo. ¿Cuál es el ideal de Iglesia y de comunidad que se presenta a los discípulos de Cristo?

o       El primer rasgo es construir una comunidad igualitaria y fraterna. “No se dejen llamar maestro, porque uno solo es el Maestro, y todos ustedes son hermanos”. Tenemos que reconocer que la Iglesia, a lo largo de la historia, ha perdido la sencillez original y se han incorporado formalismos y protocolos más propios de una corte que de la simplicidad del evangelio.

o       El segundo rasgo es el  lugar central que le corresponde a Cristo; él es nuestro Señor y Maestro. Su doctrina está por encima de todos los discursos humanos que tratan de explicarlo. Con frecuencia los predicadores prefieren comunicar sus propias teorías y no predican lo único importante, que es la Palabra de Dios.

o       El tercer rasgo de este liderazgo individual y comunitario es el servicio. “El primero entre ustedes será su servidor”.

 

ü    No debemos acercarnos a este texto de San Mateo con una mentalidad simplemente arqueológica, interesados en comprender el choque que se dio hace dos mil años entre valores y estilos diferentes, los de Jesús y los de los escribas y fariseos. No. Debemos leer este texto desde nuestro presente para apropiarnos aquí y ahora de  sus enseñanzas sobre el liderazgo.

 

ü     Las personas que tienen las más altas responsabilidades en la política, en los negocios, en las organizaciones cívicas y en la Iglesia deberían leer una y mil veces está página del evangelio que denuncia las desviaciones del poder y presenta la autoridad como un servicio que debe prestarse sin pretensiones ni protagonismos.