Reflexiones Bíblicas

San Lucas 11,5-13

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

 San Lucas 11,5-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"

COMENTARIOS

La vida cristiana es un continuo camino de búsqueda. No es una simple recordación del pasado ni un afán que se agote en el presente. El cristianismo no se define por la cantidad de ritos o malabares que se hagan a diario en la liturgia o en la oración; es el seguimiento de Jesucristo en comunión de vida y misión con todo el Pueblo de Dios. Por tal razón, seguir a Cristo es una búsqueda continua de fidelidad a la persona de Jesús de Nazaret. Pero, como cualquier búsqueda, debe afrontar limitaciones. Y la primera de ellas es nuestra falta de constancia en la oración. Nos contentamos con un par de rezos mascullados al comenzar o terminar el día. Otra dificultad no menos gravosa es la falta de conciencia sobre la necesidad de formarnos y capacitarnos en lo personal y para la misión evangelizadora. De seguro en algún momento de la vida recibimos cierta educación religiosa, estudiamos algo de Biblia o asistimos a un curso de teología o pastoral. Pero no basta con eso. El seguimiento de Jesús es un camino de permanente formación para responder a los desafíos del presente. Debemos perseverar en la búsqueda para no perder de vista al Maestro que marcha al frente de nosotros. La oración constante es lo que caracteriza a la comunidad cristiana, y el pedir con la fe suficiente hace el milagro, porque "al que pide, se le dará; el que busca, encontrará, y al que llama se le abrirá".