Reflexiones Bíblicas

San Lucas 6,6-11

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". El se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: "Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada. Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús. 

Comentario al evangelio de Marcel Bastin:

Una nueva curación en día de sñabado demuestra, una vez más, su autoridad mesiánica. Mediante el gesto profético de su Enviado, Dios, Señor del tiempo y de la historia, consagra toda la vida de los hombres. Dios salva: ése es su nombre, y no habrá nada que ponga trabas a esta buena nueva. El Evangelio es salud, y la curación del hombre con la mano paralizada es un signo de ello. 

Si el cristiano, liberado por la muerte de Cristo, no tiene ya nada que ver con la moral de lo permitido y lo prohibido, debe sin embargo, llevar una vida en conformidad con lo que le exige el Espíritu. La vida según el Espíritu no será ya, ante todo, observancia de unas reglas o de unas normas, sino que será más bien un aliento y una respiración.