Mateo 18, 12-14 

"Vuestro Padre no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Se celebra en Jerusalén la fiesta de las Tiendas, o de los Tabernáculos. Conoce ya la gente el conflicto entre Jesús y las autoridades judías. De ahí que su presencia resulte muy incómoda a las autoridades. No aceptan la condena de Jesús sobre un sistema –para El injusto social y económicamente- encubierto (para más INRI) por las instituciones religiosas judías.

No les cabe en la cabeza que un hombre del pueblo les haga rendir cuentas de sus acciones y les desenmascare delante de la gente. Por eso, buscan la ocasión de arrestarlo para eliminar así el peligro que representa.

¿Quién es Jesús? ¿Y de dónde viene? Los judíos esperaban ansiosos a un Mesías que, como David o Salomón, les hicieran un pueblo libre, expulsando a los invasores paganos, romanos, etc., y restaurando su prestigio, como pueblo elegido.

Las PALABRAS DE JESUS marcan otra dirección: en el mismo Templo de Jerusalén proclama que El viene de Dios, del Dios verdadero, al que los judíos han traicionado, abandonado y renunciado por seguir intereses mezquinos, que son los causantes del dominio, explotación y opresión del pueblo sencillo...

El evangelio nos propone un acto de humildad: “Dejarnos enseñar por Dios y que sea El quien nos marque el camino y no nuestra sabiduría o nuestros esquemas”.

Estamos culminando la Cuaresma. Dejemos que nuestra fe se vea interpelada por Jesús:

1° ¿Hasta dónde estamos dispuestos a dar testimonio de nuestro amor de Dios en el mundo?

2° ¿No sucumbiremos ante las dificultades y el rechazo, que se nos presentan, por hacer el bien?

3° ¿Denunciamos a los que utilizan la religión, las Escrituras, etc., como droga, para adormecer la conciencia del pueblo?

4° ¿Estamos a la altura de esos verdaderos testigos de Jesús –los mártires-, que no vacilan en dar la vida por el Evangelio, para ser fieles a su opción/amor por los pobres y excluidos?

5° ¿Nos sentimos enviados para seguir a Jesús en nuestra vida y anunciar su Reino en medio del pueblo?