Lucas 21, 12-19 

"Os odiarán por causa de mi nombre"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Seguimos viendo a Jesús en el Templo hablando del tiempo presente entre su resurrección y la Parusía. Hoy anuncia los sufrimientos concretos, que sufrirá la comunidad cristiana. Es como un resumen de lo que sucede en la relación, que nos 

trae Lucas, en los Hechos de los Apóstoles.

Y sucede lo que Jesús les anuncia hoy:

-sufrirán cárcel y persecución;

-serán llevados ante los tribunales judíos (sinagogas) y romanos (reyes/gobernadores);

-darán testimonio público de su fe en Jesús ante autoridades judías y romanas.

Después de señalarnos Jesús los signos engañosos, que (según creían los judíos) iban a padecer al final de los tiempos, 

hoy nos anuncia los signos verdaderos. El principal consiste en ser perseguido por causa de Jesús. Y Lucas nos da un mensaje claro: "No necesitamos preparar defensa alguna frente a la persecución". Jesús mismo nos protegerá, si nos mantenemos firmes y en comunidad. Tendremos así ocasión de dar testimino de nuestra fe en Jesús.

Días pasados se nos hablaba de la persecución de los judíos por causa de Jesús, como signo evangélico, que anticipa la llegada del Señor: "Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos".

El anuncio del mensaje cristiano levanta pasiones y persecución: "Es necesario que el Mesías padezca", se decía de Jesús. De todas partes surgen fuerzas contra su mensaje, que se traducen en odio, persecución, cárcel, juicio injusto, condena y muerte.

Completa hoy Jesús el texto, que leíamos ayer:

-no sólo se va a destruir el Templo y la Ciudad de Jerusalén;

-se llevarán a los mismos discípulos de Jesús, y serán atacados, perseguidos, entregados a los 

tribunales de justicia y muchos de ellos morirán injustamente.

-pero Jesús promete su presencia al perseguido, concediéndole un lenguaje y una sabiduría

invencibles e insobornables y, aunque sean capaces de acabar con la muerte de algún mensajero

surgirán otros, que continuarán anunciando el mismo mensaje de la Buena Noticia de la

fraternidad universal de todos los hombres, gracias a la muerte del primer testigo, Cristo.

Con la resistencia, en el sentido de perseverancia y tenacidad, "salvarán sus vidas". Para los primeros cristianos fueron muy importantes estos textos. También deben serlo para nosotros. Recuperaremos así el sentido del testimonio y la 
confianza en el Espíritu Santo.

Gerardo Diego nos habla así de la presencia de Jesús:

"Señor, Tú estás presente, / Tú eres presente. / Tú eres el Presente".