Lucas 11, 37-41 

"Dad limosna y lo tendréis limpio todo"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

El mensaje de Jesús insiste en la necesidad de un cambio interior y sincero que, sin descuidar las normas de vida comunitaria o cultural, provoque el advenimiento de una sociedad más transparente y fraterna.

Poca alabanza tributamos a Dios dando diezmos en el templo o haciendo alguna limosna, cuando no sentimos el dolor del que sufre la miseria y cuando pasamos de largo frente a los necesitados.

En el cristianismo también se dan las personas con actitud farisaica en la vida. ¡Cuánta falsedad y despotismo hay en algunos templos!. Pero seguimos con la conciencia tranquila, porque creemos que, haciendo actos externos rituales, estamos agradando a Dios. nos olvida que con esos actos estamos dañando aún más nuestra ya mala conciencia. No podemos seguir permitiendo que nuestra vida sea puro ritualismo. sin actitudes interiores del verdadero cambio.

Ayer, eran los fariseos del tiempo de Jesús. Hoy, el fariseísmo es el pecado típico, que siempre acecha al hombre y a la mujer supuestamente religios@s. La Historia de la Iglesia confirma, por desgracia, que las palabras de Jesús tienen tanta vigencia para nosotros, los cristianos, sacerdotes, religiosos, laicos, obispos y papas... como la tuvieron para los piadoso fariseos y dirigentes judíos en tiempos del mismo Cristo.

La figura simbólica de la copa y el plato, que se limpian por fuera, mientras por dentro están llenos de rapiña y maldad, hay que interpretarlos desde nuestro acontecer de cada día. Leer esta imagen en la perspectiva de una vida comunitaria, donde unos que se consideran buenos y preferidos condenan a otros, que son excluidos por la sociedad, pero aceptados por Dios, nos permite comprender la profundidad del encuentro de Jesús con el fariseo y nos abre el camino de la conversión desde dentro, enfrentándonos a la hipocresía de cuantos se sienten limpios siempre.

Tenemos que aprender a vivir con la libertad de los hijos de Dios. Jesús nos enseñó a anteponer a los ritos y normas, el amor, la paz, la justicia, la libertad, la armonía con todas las criaturas. En una palabra: el Reino de Dios.