Lucas 1, 57-66 

El nacimiento de Juan Bautista

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

La lengua muda de Zacarías se abre para bendecir a Dios. La Ley de Moisés ordenaba circuncidar al niño 
recién nacido al octavo día. Por medio del rito de la circuncisión entraba a formar parte del pueblo judío. 
Analizamos:
Juan es hijo de Zacarías (sacerdote) y de Isabel (prima de María). En el vientre de Isabel Juan salta de 
gozo, cuando María (ya embarazada de Jesús) acude a visitarla. Es el primer saludo, que se dan los dos
primos (Juan y Jesús) antes de nacer Juan. Curioso, ¿no?


El Evangelio de hoy, después de señalar el nacimiento de Juan, casi de paso, nos describe el hecho de la
circuncisión de Juan, por la que queda incorporado oficialmente al pueblo de Israel.


Con la imposición del nombre de JUAN se armó un lío de consideración, ya que no existía precedente de 
que algún miembro de la familia hubiera llevado este nombre. Cuando a Zacarías, todavía mudo, le preguntan
qué nombre va a llevar su niño, pide un bolígrafo y escribe: JUAN ES SU NOMBRE, que significa "Dios 
ha tenido compasión de su pueblo". Y ASI FUE, porque va a ser Juan "el presentador oficial de Jesús",
con el que va a empezar una etapa nueva y definitiva: la del REINO DE DIOS, que nos trae Jesús.
El nacimiento y la circuncisión de Juan son el último eslabón, que nos enlaza con la Navidad, que 
celebraremos en la media noche de mañana. Los testigos de estos hechos rebosan de alegría y gozo, pues
ven en Juan un don gratuito y maravilloso de Dios. Va a ser Juan el mensajero, que precede y prepara
el camino al Señor.


Y a nosotros nos trae un mensaje muy concreto:
- ser precursores, pregoneros del único Salvador, Cristo. Tendremos, para ello, que rebosar de paz y
reconciliación, de alegría y esperanza;
- tener la disponibilidad necesaria para dejarnos guiar y juzgar por la Palabra de Dios y por los testigos 
de hoy fieles al Evangelio;
- hacer llegar esta reconciliación a tod@s viviendo como hermanos-entre-hermanos, y luchando 
con todas nuestras fuerzas contra el abismo creciente, que se da entre ricos y pobres.
Juan Bautista anuncia la venida/presencia de Jesús, que se hace hombre. Por eso, le llamamos
Precursor. En la Navidad, que ya casi tocamos, debiéramos ser nosotros los heraldos/precursores 
de Jesús. ¿QUE OS PARECE? ¿NOS ANIMAMOS?