Marcos 2, 13-17 

"He venido a llamar a los pecadores"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

En el paralítico de ayer, perdonado y curado, que representa a la humanidad pecadora, vemos
palpablemente cómo Jesús sigue adelane con su misión de perdonar y curar. Para que forme parte 
de los DOCE, llama hoy a Leví de Alfeo (Mateo, para nosotros), recaudador de impuestos y, por 
tanto, como colaboracionista con los romanos, mal visto por el estamento oficial de Israel. Por
recaudador, era considerado de la misma calaña de los paganos, prostitutas, ladrones.


Todo recaudador estaba mal visto y era considerado como ladrón y usurero, que sólo servía para
chupar la sangre al pueblo. Para más INRI los impuestos eran para los Romanos, poder dominante y
opresor. Cuando a Jesús le quieren acuar de algo malo, dicen de él que andaba con publicanos y
comía con ellos. Se le acusaba de que alternaba con aquella gentuza. Y Mateo, a quien hoy llama
Jesús, era uno de ellos.


Este es el círculo de gente, que rodea a Jesús. No son gente de bien. Por eso escandaliza a los
judíos piadosos de aquella época. Aun así, como hemos visto, Jesús llama a Leví para que se integre
al grupo de los DOCE. En la nueva comunidad, que Jesús inicia, tienen cabida todos: judíos o
paganos, religiosos o descreídos. Nadie queda excluido. "No he venido a llamar a los justos sino a
los pecadores", nos dirá más adelante. Eso sí, una vez dentro, hay que vivir con coherencia.
A la invitación de Jesús, Leví (Mateo) deja todo el negocio, se levanta y lo sigue. Lo mismo 
hicieron Simón y Andrés, Santiago y Juan: todos rompen con el pasado e inician una nueva vida. Así
la salvación de Dios llega a todos, pues Dios se nos manfiesta como Padre, que nos ama, eliminando
fronteras y exclusiones.


Con todo esto, Jesús escandaliza a letrados y fariseos, que protestan airadamente y no toleran
semejante conducta de Jesús, que se sienta a comer con gente impura. De ahí surge un conflicto, 
que irá a más, hasta la muerte.


Se ha dicho que Jesús "murió por la forma en que comía", es decir, por compartir el pan y la
palabra y la vida con los marginados.


¿Seguiremos nosotros, como comunidad de creyentes, el camino, el estilo de vida que nos marca el
Maestro? Buena llamada en esta semana dedicada a la oración por la unidad y la reconcliación de
todos los cristianos.