Mateo 11, 11-15 

"No ha nacido uno más grande que Juan"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

En este tiempo de Adviento nos habla el Evangelio con frecuencia de Juan Bautista. Por eso, nos
conviene recordar cómo Juan fue siempre y totalmente fiel a su misión. Así lo vemos:
-indicando a sus discípulos que "sigan a Jesús";
-"oscureciéndose él", para que Jesús resplandeciera, brillara;
-"menguando él", para que Jesús sea enaltecido.


Jesús reconoce este comportamiento/conduca de su primo Juan Bautista y hace de él un gran elogio
por su seriedad en optar por el Reino con su palabra penetrante y provocativa y su estilo de vida austero
y penitente. Todo en él fue una "llamada a la conversión" preparando, abriendo los caminos al
Señor, a Cristo.


Adviento es preparación para la Navidad, el gran don de Dios a la humanidad. Nuestra preparación?
-sentir la necesidad de convertirnos para renovar nuestra vida;
-compartir cuanto somos y tenemos con "los pobres de la tierra".
Será ésta la verdadera señal de que tomamos en serio este gran don de Dios, el Verbo Encarnado,
que es la Navidad.


Para conquistar el Reino de Dios, que nos anuncia Juan, será necesario esforzarnos más y mejor
personal y comunitariamente para llevar un estilo de vida más evangélico y solidario. No se nos da de
arriba ni llegan a él los comodones o tibios. Solamente llegan los que, con generoso corazón, se
hacen violencia a sí mismos, contrariando sus instintos y dando muerte a sus pasiones, 
especialmente a la soberbia y al egoísmo. Estos sí que poseerán el Reino.
El propio Dios nos invita a la esperanza y al optimismo. Si le somos fieles, abriremos estos caminos
a todos. QUE ASI SEA.