Mateo 1, 18-2 

"Le pondrán por nombre Jesús"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Para entender correctamente el Evangelio de hoy, recordemos que la celebración del matrimonio
judío pasaba por dos etapas: 

1a Esponsales o desposorios, que suponen un compromiso real. Al
prometido se le llamaba "marido" y sólo podía quedar libre mediante el repudio.
2a Las bodas, propiamente dichas. eran la ceremonia 
complementaria del contrato matrimonial.
Ahora podemos avanzar mejor en nuestra reflexión de hoy:
El protagonista de este pasaje se llama JOSE. Se le califica como juso, es decir, cumplidor 
de la Ley de Dios: 1° Aparece José como desorientado: no alcanza a entender la intervención 
de Dios en María y cree que lo mejor es apartarse de María y dejar que Dios obre.
2° Si quiere obrar así, lo hace sólo movido por su humildad y respeto ante 
un misterio, que le desborda.
3° Al final, recibe la revelación de Dios, que se da con frecuencia en el 
Antiguo Testamento por medio de un sueño:
El ángel del Señor se hace presente y le manifiesta tres cosas:
. 1a Que no tema y que reciba a María como esposa.
2a Que el embarazo de María viene del Espíritu Santo.
3a Que el niño, que va a nacer, será el Salvador de Israel.
4° Como hombre de fe, cumple de inmediato el pedido del Señor. Y por crédito 
a la Palabra de Dios, será llamado, como María, bienaventurado. Al imponer el nombre de
Emmanuel -Dios con nosotros- la presencia del Señor se hace manifiesta a través del 
Verbo Encarnado, de Jesús, Hijo de Dios y hombre entre los hombres.
5° Así prepara Dios para su Hijo un hogar en el mundo, unos padres -José y
María- que lo protegen, defienden, levantan hasta que se valga por sí mismo. Y le da:
-un nombre, con unos antepasados, que proceden de la estirpe de David, 
para que se cumplan las Escrituras. El nombre es Jesús ("Yahvé salva"), porque 
salvará a su pueblo de sus pecados. Su pueblo abarca la humanidad entera.
-un ambiente, en el que sea capaz de tomar conciencia de su misión 
salvadora y la culmine.
6° Y nosotros, ¿cómo nos preparamos a este nacimiento de 
Jesús, que celebramos en Navidad? Es necesario:
-disponibilidad y obediencia: actitudes, que deben primar en nuestra vida
como se dieron en José.
-hacernos instrumentos del nacimiento de Cristo entre los demás, para 
que puedan experimentar la cercanía de Dios y la salvación, que la Navidad
significa para nosotros.
Si así lo hacemos, sin temor, sin miedo, seremos para Dios, como José,
felices y bienaventurados.