Lucas 1, 5-25 

Anuncio del nacimiento de Juan Bautista

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Entresacado del nacimiento de Jesús, que nos describe Lucas, nos presenta hoy 
otra anunciación, otro sueño, otro ángel, otro protagonista -Zacarías-, otro 
nacimiento -Juan-, nombre que significa Dios es misericordioso.


Zacarías e Isabel, los padres de Juan Bautista, eran justos ante Dios. Son judíos 
fieles observantes de sus obligaciones religiosas con Dios, quien, casi al final de su 
vida les premia con la alegría de tener un hijo.
Zacarías, sacerdote, agraciado por la suerte, entra en el santuario de Dios para 
ofrecer el incienso. El pueblo, mientras tanto, fuera, al aire libre, espera hasta que 
el sacerdote salga del santuario y lo bendiga. La salida se demora.¿A qué se debe?
Zacarías ve a la derecha del altar del incienso y de pie a un Angel del Señor, que 
le hace un anuncio sorprendente (Zacarías y su esposa Isabel eran de edad
avanzada y ella, además, estéril). Le anuncia el Angel a Zacarías:
-el nacimiento de un niño,
-este niño quedará lleno del Espíritu del Señor desde el vientre de su madre,
-su nacimiento será motivo de alegría para muchos,
-viene con una misión muy noble: preparar el camino al Mesías (al Señor que
viene) un pueblo bien dispuesto,
-le impondrá Zacarías el nombre de Juan, pues Dios sigue teniendo misericordia de su pueblo.
Y todo esto, ¿a nosotros, qué? ¿Hay algún mensaje dirigido a nosotros? Recordemos que cada
uno de nosotros estamos consagrados a Dios por el bautismo y debemos sentir la necesidad, como
Juan Bautista, de estar llenos del Espíritu Santo. Para que así sea, reflexionemos brevemente sobre
el compromiso, que debemos asumir hoy, con mayor firmeza y coraje. Con estos puntos:
1° Dios dirige la historia magistralmente y prevé hasta los últimos detalles. Así prepara su llegada al
mundo con Juan de precursor.
2° Nos corresponde a nosotros rebosar de alegría por el anuncio del nacimiento del Salvador.
3° Fortalecer nuestra fe y asumirla con decisión aprovechando estos días cercanos a la Navidad
para revisar nuestra vida y orientarla en el seguimiento de Jesús.
4° Anunciar esta Buena Noticia del Nacimiento de Jesús a los demás con el desinterés y la valentía,
que demostró Juan toda su vida.