Lucas 17, 1-10 

"Somos unos pobres siervos"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

La lengua muda de Zacarías se abre para bendecir a Dios. La Ley de Moisés ordenaba 
circuncidar al niño recién nacido al octavo día. Por medio de este rito de la circuncisión 
entraba a formar parte del pueblo judío. Analicemos los hechos:
Juan es hijo de Zacarías (sacerdote) y de Isabel (prima de María). En el vientre de Isabel Juan salta de
gozo, cuando María (ya embarazada de Jesús), acude a visitarla. Es el primer saludo, que se dan los
dos primos -Juan y Jesús- antes de nacer Juan. Curioso, ¿no?


El Evangelio de hoy, después de señalar el nacimiento de Juan, casi de paso, nos describe el hecho de
la circuncisión de Juan, por la que queda incorporado oficialmente al pueblo de Israel.
Con la imposición del nombre de JUAN se armó un lío de consideración, ya que no exisía precedente
de que algún miembro de la familia hubiera llevado este nombre. Cuando a Zacarías, todavía mudo, le
preguntan qué nombre va a llevar su niño, pide un bolígrafo y escribe: JUAN ES SU NOMBRE, que
significa "Dios ha tenido compasión de su pueblo". Y ASI FUE, porque va a ser Juan "el
presentador oficial de Jesús",con el que empieza una etapa nueva: la del REINO DE DIOS, que nos
trae Jesús.


El nacimiento y circuncisión de Juan son el último eslabón, que nos enlaza con la Navidad, que
celebraremos en la media noche de mañana. Los testigos de estos hechos rebosan de alegría y gozo,
pues ven en Juan un don gratuito y maravilloso de Dios. Va a ser Juan el mensajero, que precede y
prepara el camino al Señor.


Y a nosotros nos trae un mensaje muy concreto. Nos pide.
- ser precursores, pregoneros del único Salvador, Cristo. Tendremos, para ello, que rebosar de paz y
reconciliación, de alegría y esperanza;
- tener la disponibilidad necesaria para dejarnos guiar y juzgar por la Palabra de Dios y por los 
testigos de hoy fieles al Evangelio;
- hacer llegar esta reconciliación a todos/as viviendo como hermanor-entre-hermanos, y
luchando con todas nuestras fuerzas contra el abismo creciente, que se da entre ricos y pobres.
Juan Bautista anuncia la venida/presencia de Jesús, que se hace hombre. Por eso, le llamamos Pre-
cursor. En la Navidad, que ya casi tocamos, debiéraos ser nosotros los heraldos/precursores de 
Jesús. ¿QUE OS PARECE? ¿NOS ANIMAMOS?