Lucas 10, 1-9 

Fiesta de San Lucas Evangelista

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Jesús quiere que estos SETENTA Y DOS DISCIPULOS sean libres frente a los bienes materiales. Por
eso condena la codicia y acumulación, como garantía de seguridades falsas para su vida.
Lucas, cuya fiesta celebramos hoy, fue también discípulo, seguidor de Jesús. Pagano de nacimiento,
se convirtió a la fe y acompañó a Pablo en sus viajes- Todo el evangelio de Lucas es reflejo de la 
predicación de Pablo.


Dice una leyenda que Lucas fue pintor. Y dice bien, porque tuvo buen ojo para contar de forma plástica,
viva, la historia de Jesús. Algún comentarista insigne dice que el evangelio de Lucas es la mejor Vida de
Cristo, que se ha escrito.


Lucas es extranjero y escribe para extranjeros (tiene delante el mundo helenista). Por eso:
-casi nunca cita el Antiguo Testamento ni las profecías, que se cumplen en Jesús;
-al hablar de los orígenes de Jesús, no se detiene en Abraham (padre de los judíos), sino que llega
hasta Adán, como origen del hombre;
-es éste el evangelio de la "oración";
-y concede un lugar importante a las mujeres.
Y, sobre todo, es el evangelio de la gracia. Usa la expresión "alabar a Dios" con mucha más frecuencia
que todos los demás. .


Sólo Lucas nos transmite los tres grandes cánticos, que rezamos en la Liturgia de las Horas: el
"Benedictus", el "Magnificat" y el "Nunc dimittis" del anciano Simeón.
Junto a los DOCE Jesús ha escogido a SETENTA Y DOS y muchos más, discípulos y discípulas. Y 
nos recuerda:"La mies es mucha y los obreros pocos" ¿Quién de nosotros puede permanecer
tranquilo ante el panorama, que nos ofrece Jesús?