Lucas 13, 10-17 

"Mujer, queda libre de tu enfermedad"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Por el hecho de que esta mujer sea curada en sábado, se da un enfrentamiento entre Jesús y el jefe
de la sinagoga, totalmente indignado. Interpretan de distinta manera la ley del descanso, el día del
sábado. Aprovecho para este comentario parte de lo que nos trae el "Bíblico 2000":Así lo interpretan:
-el jefe de la sinagoga apela al precepto; Jesús se fija más bien en su motivación.
-el jefe ve una infracción a lo prescrito; Jesús descubre el acto divino liberador de Egipto.
De esta confrontación brotan dos actitudes ante la mujer esclavizada por Satanás:
-el jefe de la sinagoga exige una dilación, hacerlo en otro día que no sea sábado;
-Jesús opta por una liberación inmediata.
Esta acción liberadora de Jesús rompe las estructuras vigentes y opresoras contra la mujer. Se expone
con ello a ser condenado por los fariseos, escribas y sumos sacerdotes. 
No teme. Sigue adelante. Hace así recuperar la salud y la dignidad a la mujer encorvada por la vida y
que tiene que cargar con con las injusticias y atropellos de una sociedad opresora, que la impide
realizarse como persona, como hija de Dios.
Es Lucas el evangelista más cercano a la relación de Jesús con la mujer. Nos describe -como
ninguno- los encuentros con las mujeres en los que hizo trizas las leyes injustas, que atentaban a la
dignidad de la mujer. Y lo hizo con gestos concretos:
- las hablaba en público;
- las rescataba de sus dolencias y marginación;
- las admitía como discípulas suyas;
- dialogaba con ellas y se dejaba tocar;
- las miraba fijamente y las acogía con cariño;
- las auxiliaba en sus problemas y sufrimientos.
Como Jesús, a partir de la curación de la mujer encorvada, debemos comprometernos en la liberación
de la mujer: -asumiendo la igualdad de sexos,
-exigiendo la participación plena de la mujer en la sociedad y en la Iglesia.
El movimiento de liberación de la mujer es, sin duda, uno de los mayores desafíos del mundo 
actual. Seamos consecuentes...¡Y EMBARQUEMONOS! Aunque tengamos que remar contra corriente