Marcos 9, 14-29 

Todo es posible al que cree"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

En tres ocasiones nos presenta Marcos a Jesús en oración:
-para pedirle a Dios no caer en la tentación del éxito y del triunfo fácil;
-al terminar la jornada de Cafarnaún después de la multiplicación de panes y peces;
-en el Huerto de Getsemaní.
En cambio, nunca nos habla este evangelio de los Discípulos, en actitud de oración: posiblemente, sobre todo al principio, preferían el camino del éxito, poder y honor en vez de seguir el camino de servicio humilde del Maestro. Por eso se sentían incapaces de liberar a los seres humanos del espíritu mudo, que los esclavizaba.
En segundo lugar, la necesidad de la oración.
Necesaria es la oración para comprender que, sólo renunciando al mdo de vida mundano y burgués, se puede liberar a los oprimidos. Jesús da estos pasos:
-Por orden de Jesús, el niñoes liberado del espíritu inmundo.
-El espíritu sale del niño, pero le deja medio muerto.
-Jesús lo toma de la mano, lolevanta y el niño se pone en pie.
Muchos de nuestros cristianos se tienen por ejemplares, cuando dicen: "Yo ni robo ni mato." No descubren que, para seguir a Jesús:
-no basta no hacer el mal;
-es necesario tener fe, e.d. llenarse por la misericordia de Dios de la fuerza del amor 
y ponerse de pie.
Sólo así podremos seguir a Jesús. De ahí que nos describa el Evangelio el cambio que consigue Jesús en el padre del niño: lo cura de su falta de verdadera fe, que le impide conocer, aceptar y seguir a Jesús.
Por eso, Jesús: -discute con todos y los llama "generación incrédula";
-dice al padre del niño que "todo es posible al que cree";
-explica a sus discípulos su impotencia para curar por falta de oración.
Descubramos hoy la necesidad de la fe para todo el que quiera vivir fielmente el compromiso del Reino de Dios, como lo vivió Jesús.