Marcos 9, 41-50 

"Es mejor entrar manco en la vida eterna que ir al infierno"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Sobre el escándalo a los pequeños.
- Los pequeños son la gente sencilla, porque no cuentan en la sociedad y porque creen con más seguridad que los encumbrados social y culturalmente.
- Piensa Jesús en quienes provocan la caída de los pequeños con su mal ejemplo o presionándolos con su dinero a pobres y desamparados. Con frecuencia, nuestra sociedad de consumo no deja levantar cabeza a quienes no entren en su juego sucio. De ahí viene la resignación y el fracaso de los pobres, que prefieren no claudicar (perder su ojo), antes que renunciar a vivir bajo el beneplácito de Dios.
- Resalta Jesús el valor supremo de la vida eterna, que nos jugamos en la vida presente, hasta tal punto que hay momentos en los que el precio a pagar para poder entrar y participar en ella será el sacrificio de nuestro trabajo, seguridad, etc., y hasta la propia vida.
- El escándalo viene a la comunidad cuando alguien se pone encima del resto y no quiere servir. Actitudes de prepotencia y superioridad ponen en peligro a la comunidad cristiana, en la que todos se sientan iguales y los pequeños, los que entregan su vida al servicio de los más humildes, ocupan el primer lugar.
- De ahí que en la comunidad, toda actividad (simbolizada en la mano), toda conducta (simbolizada en el pie) y toda aspiración (simbolizada en el ojo), que busca prestigio y superioridad, está viciada y hay que suprimirla, para que pueda desarrollarse la comunidad.
- Importante: Crecemos como personas en la medida que somos más libres e iguales, acogedores y solidarios. Ya que actitudes de prepotencia, superioridad y dominio dan muerte a los valores humanos y cristianos antes enunciados; no podrían darse entonces en la comunidad y hay que arrancarlos de raíz, llámese mano, pie, ojo, etc. ¡No lo olvidemos!