Juan 16, 12-15 

"El Espíritu os conducirá a la verdad"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

En sólo cuatro versículos les aclara Jesús a sus discípulos el papel, que el Espíritu Santo jugará
en sus vidas.
Sabe Jesús que debe irse. Y se despide sin amargura. Es consciente de que no les dijo todo a sus
discípulos. Por eso, les promete el envío del Espíritu Santo, llamado aquí Espíritu de la Verdad, 
que llevará a plenitud en ellos la obra de Jesús. No quiere hacerlo El todo. Deja que el Espíritu haga
lo que le corresponde.
Seguramente las primeras comunidades joánicas, que conocerían bien este Evangelio, pasarían por
la experiencia de dejarse iluminar por la luz del Espíritu:
-que les ayudaría a una comprensión más profunda del mensaje de Jesús;
-y a superar las dificultades y resolver los problemas de entenderse con otros grupos cristianos;
-a vencer las persecuciones de judíos y paganos;
-les ayudaría también en la organización interna de la comunidad;
-y en el contenido de la predicación a transmitir;
-en el Ritual de las Celebraciones Comunitarias; 
-en la interpretación correcta de las Escrituras.
A medida que las comunidades iban sorteando sus problemas, experimentaban también la acción del 
Espíriitu de la Verdad en ellas. Insiste Jesús en que el Espíritu Santo les iluminará en el conocimiento
de Dios Padre, y de su Hijo Jesucristo, con los que el Espiritu está en íntima comunión. Así, sus
palabras son las de Dios, sus inspiraciones proceden de Dios, porque El mismo es Dios.
Entonces, dejándose conducir por el Espíritu Santo, en la fidelidad y amor fraterno la comunidad 
manifiesta la presencia de Jesús, hace presente que "guarde" la palabra que le fue confiada y se
ve impulsada a comunicarla al mundo entero para que el mundo crea.