Lucas 9, 46-50 

"El más pequeño de vosotros es el más importante"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Realmente corresponde a la verdad, que Jesús había anunciado diversas veces su pasión y muerte. Los 
Apóstoles, o no entendían o no quisieron entender este lenguaje. Por eso, discuten entre ellos sobre 
quién sería el más grande en el Reino de Jesús. Piensan todavía en una sociedad jerarquizada, en 
la que hay primeros y últimos.
Y los Apóstoles aspiran a ocupar los lugares de honor para mandar y dominar, nunca para servir. Jesús
aprovecha esta ocasión para que cambien en su pensar y en su actuar. SUCEDIO ASI:
En el relato de esta misma escena nos recuerda Marcos el gesto de Jesús abrazando a un niño. Gesto
muy extraño entonces, ya que a los niños no se les tomaba en serio y pintaban poco y nada en la sociedad. 
El modelo para los judíos era el hombre (varón) "grave": ni se ríe, ni corre, ni se fija en los seres menos 
responsables que él, especialmente mujeres y niños. Jesús no contesta a la pregunta de los Apóstoles:
"¿Quién es el más grande?
Porque lo importante no es que uno llegue a ser el más grande, sino el que se acerque más a Cristo. Y
para recibir a Cristo (acercarse), hay que hacerlo en la persona de los pequeños.
El Espíritu de Dios no está amarrado hoy y sigue iluminando. Nos domina un espíritu enano y envidioso, 
que nos hace sospechar de cuantos transitan por caminos diferentes al nuestro. Jesús nos advierte: "No 
despreciéis nunca a los que trabajan por el bien del mundo y aman la justicia". Aunque no sean de 
nuestra Iglesia, el Espíritu del Amor (que es de Dios) está actuando en ellos y es necesario descubrirlo
con gusto y no callarlo.