Mateo 12, 46-50

"Estos son mi madre y mis hermanos" 

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Tiene lugar este hecho del evangelio al final de la controversia (conflictos) de Jesús con los fariseos.
¿El tema de hoy? Nuevas relaciones entre los seguidores de Jesús en la construcción del Reino.
Importante la presencia física de la madre y los hermanos del Señor. Necesario dejar la familia carnal para
encontrar la nueva familia en la igualdad de los hijos de Dios. Así la dimensión vertical de los lazos de la
carne y de la sangre se convierte en horizontal en las relaciones de quienes construyen el Reino.
Sigue Jesús instruyendo a los dicíspulos.Y hoy les concreta cómo deben unirse al proyecto de vida del
Maestro. Ha roto ya Jesús con su familia espiritual (fariseos); rompe también con los lazos de la 
carne y de la sangre. Y conforma una nueva familia, unida por el compromiso con el proyecto del 
Padre.
¿Cómo podremos ser miembros de esta familia? Reconociendo a Jesús, comprometiéndonos en
la construcción de su Reinado.
¿Y cómo lo concretamos? Escuchando la Palabra de Dios, no callando ante el dolor y el sufrimiento,
gritando fuerte contra el hambre, la miseria, el dolor y la muerte, contra la injusticia, el egoísmo y la falta
de compromiso con los empobrecidos.
Resumiendo: El Señor Jesús nos sigue invitando. Si es que queremos pertenecer a su familia,
tendremos que compartir su suerte, entrar en comunión con El y asumir con gozo las exigencias, que
nos vendrán de su seguimiento.
La familia "de la carne" ha de estar, por tanto, supeditada siempre a la Causa del Reino de Dios.
La invitación, que hoy nos hace Jesús, trasciende su misma presencia histórica y se dirige
igualmente a todo ser humano. El Señor, el Dios con nosotros, sigue invitando a cuantos estén
dispuestos a compartir su suerte. Así entrarán en la comunión con Dios y asumirán con gozo sus
exigencias supeditando la familia carnal a la Causa del Reino. Así quedarán superados los lazos de
raza, sexo, condición económica y social y construiremos entre tod@s un mundo nuevo y mejor en el
que prime la dignidad de la persona y el respeto a sus derechos fundamentales.