Mateo 11, 25-27 

"Has escondido estas cosas a los sabios"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

En sólo estos tres versículos del evangelio de hoy se dirige Jesús a Dios llamándole Padre CINCO 
VECES. Junto a esta actitud filial de Jesús con Dios, hace una clara llamada a la misión, hecha vida
en el compromiso con los pequeños, con los débiles, con los pobres.
En esta oración de agradecimiento y alabanza se nos descubre el interior de Jesús, que se muestra 
alabando al Padre, porque está revelando su proyecto a los pobres y lo oculta a los que se tienen por
sabios y poderosos. Sólo los pobres "pueden" comprender el proyecto divino, pues sólo ellos -al haber
sido despojados de la libertad y sumergidos en la miseria- lo ven como proyecto de justicia y 
gratuidad.
¿Cómo es Jesús por dentro? ¿Cuáles son sus sentimientos? En cada momento de su vida y
entre los hombres, da gracias al Padre. El es el Hijo, que conoce al Padre como el Padre le conoce 
a El. Por eso, siendo Dios, puede exigirnos todo. No nos violenta. En "libertad" es capaz de llegar a lo
más profundo de nuestro corazón.
A "los pequeños" .los describe Mateo como cansados y agobiados por las duras cargas, que 
colocaban sobre sus hombros los escribas y fariseos. Y esos pequeños son, precisamente, los
preferidos de Dios.
La oración de Jesús tiene su origen en el amor del Padre Dios, que se manifiesta a la gente sencilla
y no a la gente engreída y soberbia: sabios y poderosos.
Esto no lo hace sólo el Padre. Jesús es el Hijo de Dios en un plano distinto y superior al resto de 
los hombres. Compartiendo la misma dimensión es también Señor del cielo y de la tierra y, como
Padre, se sigue manifestando a los pequeños.
¿Nos dejamos nosotros evangelizar por los pequeños, por los pobres?