Lucas 4, 38-44 

"La gente andaba buscándolo"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Nos describe San Lucas cómo la suegra de Pedro enfermó de repente viniéndole una fiebre muy alta
. Dicen algunos que la casa de Pedro en Cafarnaún se convirtió en la casa de Jesús. Allí vivía y desde
allí se desplazaba a otros lugares próximos de Galilea. Sería la suegra de Pedro una mujer ya mayor, 
gastada por el trabajo y los sufrimientos de una vida pobre. Jesús interviene. Se inclina hacia ella, 
entrelaza sus manos, acaricia sus cabellos blancos, la infunde confianza y expulsa al espíritu de la
fiebre. Y queda curada.


Dos cosas resalta San Lucas::
1a. La fuerza curativa de las palabras de Jesús (nos dice el evangelio que "amenazó a la fiebre")
. Después le reprende y no le deja hablar, para indicar la expulsión del demonio.


2a. La inmediatez de la curación ("se levantó al momento") y la actitud de servicio ("se puso a 
servirles").


San Lucas ve esta curación como un poderoso exorcismo de Jesús, empeñado en luchar contra 
Satanás y las consecuencias del pecado, del mal (en este caso, la enfermedad). Importante 
destacar cómo de la acción eficaz y liberadora de Jesús se pasa a la acción/respuesta agradecida 
de la persona curada ("se puso a servirles"). "El bien engendra el bien. Semilla, que siembras, 
germina" se dice en Argentina.


Resalta San Lucas en todo su evangelio cómo la vida de Jesús fue un "pasar por el mundo 
haciendo el bien y curando a los poseídos del diablo."


Así nosotros, la Iglesia, continuadora de la obra de Jesús, debe ser siempre hacedora del bien, 
de todo lo bueno, de todo cuanto haga posible que la verdad, la justicia, la libertad y la paz reinen 
en la vida.