Lucas 6, 6-11 

"Hacer el bien todos los días"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

También, esta vez en sábado, entra Jesús en la sinagoga y se pone a enseñar. Con la curación
del brazo atrofiado (parálisis) en sábado pareciera que busca el conflicto. Con lo fácil que le
hubiera sido hacer esta curación al día siguiente...


Se sirve Jesús de este hecho liberador (fortaleciendo el brazo maltrecho) para preguntar a los
Maestros de la Ley algo tan elemental como si está permitido curar el día del sábado, hacer
el bien, salvar una vida, etc. Los letrados y fariseos -en nombre de Dios- se muestran contrarios:
Su enseñanza así no libera sino que inmoviliza, esclaviza. Colocan la Ley del Sábado (que
prohibe el trabajo) por encima del ser humano.


A través de su mirada penetrante descubre Jesús su mala fe. Estos enemigos suyos "se llenarán
de rabia" después y buscarán los medios necesarios para hacerlo desaparecer.


Jesús prefiere sanarle de inmediato y poner así fin a su sufrimiento, aunque ello signifique
un duro golpe, un brutal enfrentamiento con los fariseos. ¿Por qué esta actitud provocativa de Jesús?
Porque el Evangelio quiere decir liberación y un hombre sólo se siente liberado cuando descubre
que para Dios lo más sagrado es la conciencia, la dignidad y la santidad de todo ser humano. Porque
nos quiere felices y en libertad. Por eso:
1º. Un respeto a Dios, que anule nuestro espíritu crítico, no es evangélico.


2º. Una religión, que anule la libertad y prohiba hacer toda clase de preguntas, no puede ser verdadera.


3º. Estudiar la Biblia sin reconocer los aportes de la ciencia moderna por miedo a que se nos derrumbe
nuestro vivir infantil de la Historia Sagrada, estaría en contra del Evangelio.


Se ve, entonces, como necesario, que Jesús violase esta Ley del Sábado, tan sagrada para el pueblo
judío. La razón suprema, que aduce Jesús: "dar vida, devolver la salud a los seres humanos". 
San Ireneo decía: "La mayor gloria de Dios es que el hombre viva."


Desgraciadamente, hoy día, los "poderes" de este mundo están tranquilos. Nos ven a los cristianos
y a la misma Iglesia Jerárquica bien avenidos con el sistema neoliberal y capitalista imperante.
Si los cristianos fuéramos consecuentes desenmascararíamos las leyes sagradas del sistema, que
permite tanta explotación, tantas injusticias, bajo el manto hipócrita de "cultura occidental y 
cristiana". Nuestra Iglesia debiera buscar menos alianzas con el Poder. Se sentiría así LIBRE PARA
DENUNCIAR TODA CLASE DE CORRUPCION. ¿Lo veremos algún día? DE NOSOTROS DEPENDE.
MANOS A LA OBRA.