Lucas 6, 12-19 

"Pasó la noche en oración. Escogió a DOCE, y los nombró Apóstoles"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Nos ofrece hoy Lucas dos unidades literarias:
1a. La designación de los DOCE: No quiere Jesús que la "llamada" sea sólo de El. Pertenece al
Padre.Es verdad que Jesús concentra su atención en aquellos, que conviven con El. Antes de llamarlos,
desea tener la certeza ("pasó toda la noche en oración") de que ésa era la voluntad del Padre. Este
matiz es muy importante, porque todo el éxito de su obra va a depender de ellos, de los elegidos.
Y en ellos apoyará la fe de los demás.


"Doce" es para Israel un número perfecto. En él se resumen las tribus del antiguo pueblo de Israel. 
Estos "DOCE" van a estar con El, van a seguir sus pasos, sus enseñanzas... y, a la muerte de Jesús,
van a continuar su obra. Empieza así una relación estrecha, íntima, entre maestro y discípulos.


Pedro es el "primero" de los Doce y Judas, el último. Es un grupo heterogéneo: dos nombres griegos,
un excolaboracionista, un extremista del grupo de los "zelotas" y hasta un traidor. Jesús tiene la 
iniciativa de la elección respetando su libertad. Y les llama apóstoles, lo que cambiará substancialmente
su vida. Son personas sencillas y trabajadoras que, lentamente, poco a poco, van a aprender cuanto les
enseñe Jesús.


Todo su seguimiento primero estará lleno de errores y de egoísmos, que sólo buscan el éxito, el triunfo,
el honor humano ("quieren ser los primeros en el Reino"), pero se irán volviendo dóciles con el tiempo 
y se dejarán corregir por el Espíritu, que se les ha dado.


Son llamados por el mismo Jesús, escogidos como apóstoles entre un grupo de amigos. Está claro: no
puede haber comunidad sin animadores, no como autoridad sino como servicio. El nombrarles Jesús
nos da a entender su responsabilidad directa y personal.


2a. Sumario de enseñanzas y de curaciones: Insiste Lucas en la grandeza y multitud de discípulos y
pueblo, que sigue a Jesús. Y que proceden de la capital, de la provincia y hasta de la costa de Tiro 
y Sidón. Se va atisbando con ello la universalidad de la Iglesia -tema predilecto para Lucas- 
compuesta de judíos y paganos. Observamos también el poder de atracción de Jesús por sus palabras
maravillosas y por sus acciones curativas. RESUMIENDO:
- Toda vocación verdadera lleva el tinte de profetismo, que clamará por poner toda ley (también la
religiosa) al servicio del ser humano y no al revés.
- La oración confiada nos recuerda que somos discípulos y no funcionarios sociales. En la Iglesia toda 
vocación debe estar en función del servicio. Y, para ello NECESITA de la oración continua ("Jesús 
-según su costumbre-, se retiró a orar"), oración serena ("se fue a orar a un monte y pasó toda la 
noche en oración") y oración dispuesta a buscar y a cumplir la voluntad de Dios ("hágase tu voluntad").