Mateo 17, 10-13 

"Elías ya ha venido y no lo reconocieron"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Creían los judíos en la vuelta de Elías para poner en orden a todo Israel. Por eso, afirmaban que Elías
había sido arrebatado al cielo en un carro de fuego y que regresaría antes que apareciera el Mesías. Y 
rechazan ahora a Jesús, alegando que Elías no había vuelto aún.


Les replica Jesús diciéndoles que Elías vino ya. Se refiere no a un Elías redivivo, vuelto a la vida, sino a 
un profeta, que vino y "caminaba en el espíritu y virtud de Elías". Se refería, como los Apóstoles lo 
entendieron de inmediato, a Juan Bautista. Así la venida del Mesías tendría lugar en medio de la alegría 
de un pueblo renovado interiormente.


Después de la Transfiguración, les pide Jesús a los discípulos que "no cuenten a nadie" lo que acaban 
de ver, hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.


Les anuncia, igualmente, Jesús que este Hijo del Hombre, es decir, él mismo, "va a correr la misma 
suerte que Juan Bautista y los profetas", pues su vida va a estar llena de incomprensión y sufrimiento.
A los discípulos les cuesta aceptar esta predicción, este estilo de vida, que va a llevar Jesús. Su misión 
de Mesías la desarrollará en una línea de obediencia a la voluntad del Padre, una línea, por consiguiente, 
de servicio y entrega de su propia vida.


También invita a los discípulos a que "reconozcan los signos de los tiempos" en la persona de Juan
Bautista. Es decir: "Si Juan es el profeta Elías -que había de venir- y que debía preceder la llegada del 
Mesías, entonces -sin dudarlo- descubrirán a Jesús como Mesías".


Hemos pasado ya el ecuador del Adviento. Nos preparamos a celebrar el Nacimiento de Jesús, que no 
fue bien recibido, y al que después harán padecer y morir. Y nos preguntamos hoy:
¿Descubrimos y aceptamos los nuevos Elías y Bautistas, que se nos presentan hoy, para preparar los 
caminos del Señor, en los testimonios proféticos, que se nos ofrecen cada día y de mil maneras?
¿Tenemos en cuenta que todos estos testimonios proféticos rompen nuestros esquemas egoístas y nos 
invitan a una actitud de conversión aquí y ahora, en este mismo instante?
Nos invita Jesús a aceptar su mesianismo hecho de obediencia a la voluntad del Padre y de servicio a 
todos mediante la entrega de su vida. Nos corresponde a nosotros continuar su misión siguiendo sus
mismos pasos en nuestra vida de cada día.
"Preparemos los caminos / -ya se acerca el Salvador-
y salgamos, peregrinos, / al encuentro del Señor".