Mateo 6, 1-6.16-18 

“Limosna, oración y ayuno sin ostentación”

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo

 

 

Iniciamos hoy la Cuaresma. Cuarenta días de preparación a los grandes misterios cristianos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La Cuaresma es un tiempo de:

- revisión de vida personal y comunitaria;

- reparación del daño ocasionado, buscando alternativas de vida más acordes al Evangelio; 

- solidaridad, compartiendo con los más excluidos;

- reconciliación, reconstruyendo en el amor todas nuestras relaciones;

- oración, incrementando los momentos de nuestro encuentro íntimo con el Señor y con la comunidad;

- purificación y liberación, dando muerte al ser viejo -que hay en nosotros- y naciendo a una vida renovada en Cristo;

- preparación, para vivir la Pascua en plenitud

La imposición de ceniza y el ayuno nos hacen ver nuestro origen terreno y que no somos Dios y que la serpiente sigue suelta y nos tienta, haciéndonos egoístas e impidiendo que demos muerte a cuanto nos distancia de Cristo, el Señor y de los herman@s.

Desarrollamos estos sentimientos cuaresmales, que deben darse en nosotros:

1° Creemos de veras que caminamos hacia la Pascua, es decir, hacia la Vida. Por ello, día a día tendremos que dar muerte a cuanto nos impida alcanzar la Vida en plenitud.

2° Caminaremos en cristiano, si se va dando en nosotros un cambio de vida, una auténtica conversión a mejor, tomando conciencia de lo que debemos hacer y hacerlo, y no convirtiéndolo en catálogo de buenas intenciones y mejores deseos, que nunca se cumplen. Nos despojaremos así de las máscaras, que nos hacen hipócritas, y empezaremos a vivir como cristianos.

3° Para todo esto es necesario llegar a la reconciliación con Dios en el servicio a los más necesitados. Y se convertirán así en sacramento de hermandad.

4° No olvidar en la Cuaresma que estamos expuestos al egoísmo, que se traduce en injusticia, explotación, corrupción y muerte. Y recordar que es tiempo propicio para la misericordia de un Dios Padre, nuestro aliado mejor, si queremos salir vencedores en la lucha por la vida, la justicia y la paz. Vivamos la Cuaresma con expectativa pascual. SOLO ASI REINARA EL AMOR. En la Cuaresma rezamos así:

La Cuaresma es combate; / las armas: oración,

limosnas y vigilias / por el reino de Dios.

“Convertid vuestra vida, / volved a nuestro Dios,

y volveré a vosotros”, / esto dice el Señor.