Mateo 9, 18-26

"¡Animo, hija! Tu fe te ha salvado."

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo  

 

Usa Mateo en este pasaje la forma del "emparedado", muy frecuente en Marcos. Así:
1. Llamada a Jesús del jefe de la sinagoga para que cure a su hija.
2. Entrada en escena de la hemorroísa, que es curada. 
3. Copncluye con la curación de la hija.

Y así se desarrollan estos tres momentos: 

1) Jairo, como jefe de la sinagoga, es el responsable de la comunidad local judía. Está seguro que si el Maestro impone la mano sobre su hija, volverá a la vida. Y le pide que venga a su casa.

2) En el camino sale al paso de Jesús una mujer impura por su enfermedad y que contamina a quien toca. Por eso, tiene prohibido mezclarse con la gente. No sabe quién es Jesús, que, como buen judío, viste un manto con flecos. Está segura, sin embargo, de quedar sana, curada, si llega a tocar los flecos del manto. Jesús respeta esta fe inicial de la hemorroísa y la invita a que dé un paso más reconociéndole. Jesús se da cuenta del poder, que había salido de El y del papel importante, que siempre juega la fe."Tu fe te ha salvado", dice a la mujer. Y quedó curada.

3) Llegan a la casa de Jairo. El ceremonial judío exige la presencia de mujeres "lloronas" profesionales y flautistas de música fúnebre en los velorios. Jesús no se deja impresionar por estos disfraces. Se enfrenta con la muerte de una niña, llamada a vivir. "Levántate, niña", le dice Jesús.

La llama Jesús para que viva. Y la niña vuelve a la vida.

Moraleja para nosotros: "Descubrir en cada momento de la vida el secreto de una vida nueva gracias a la fe y al perdón de Dios".

No se desentiende Jesús de los dolores de la gente. Antes al contrario, conmueven su corazón.

El vino a cargar con nuestras debilidades, enfermedades, pecados...Se dirige a la casa del jefe de la sinagoga y se preocupa -curándola- de la mujer que sale a su encuentro. No obra por arte de magia. Es más bien fruto del encuentro del amor de uno y la fe de otro o de otra.