Marcos 1, 14-20

"Convertíos y creed en el Evangelio"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo  

 

En el bautismo del Jordán, que Juan le administra, recibe Jesús la investidura del Padre por el Espíritu. 

Marcos va rápido. Unos versículos después, vemos ya a Jesús en Galilea anunciando el Evangelio y llamando a los Doce.

Galilea es una región despreciada y sospechosa para los judíos de Judea (que se creen los verdaderos). Por estar próxima a poblaciones paganas, fácilmente se deja influir por ellas en sus costumbres, religiosidad y hasta en el mismo tono de hablar. Así el Galileo Jesús empieza el anuncio de su mensaje desde Galilea, es 
decir, desde la insignificancia y marginalidad. Así, desde los pobres y marginados llega el amor universal del Dios de Jesús. Por eso, los poderosos se resisten a escuchar su llamada. Marcos nos habla del arresto de Juan, toda una premonición de lo que le va a ocurrir a Jesús. 

Acoger el Reinado de Dios exige un comportamiento nuevo: "Convertíos" (urgente requerimiento): genera una actitud diferente ante Dios y ante el hermano. El Reino de Dios es gracia, pero comporta una exigencia radical de cambio "a mejor" en nosotros.

Los primeros discípulos escuchan la Buena Nueva y se apuntan de inmediato a la Causa de Jesús La llamada no admite dilación. Exige prontitud en la respuesta. No hay tiempo que perder. "Dejándolo todo, le siguieron. El seguimiento marcó la vida de los Apóstoles y marcará también la nuestra, si nos dejamos convertir.

Muchas veces nos perdemos, diciendo: Mañana...Tenemos que decidirnos de una vez y procurar no equivocarnos, pues caeríamos en laberintos, de los que es difícil salir.

Todos tenemos que ayudarnos a vencer el despiste en que nos encontramos y descubrir el camino, la ruta verdadera que nos lleva a la Vida, que es Jesús, El dijo:" Yo soy el camino, la verdad y la vida."