Marcos 6, 1-6

"Se extrañó Jesús de la falta de fe de sus paisanos."

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo  

 

- Según Marcos, la última vez, que entra Jesús en una sinagoga, lo hace en su tierra. Sus paisanos se extrañan porque en poco tiempo se ha hecho famoso en toda Galilea. No habian visto en él una personalidad extraordinaria ni le habían nombrado para ningún cargo en la comunidad. Por eso se preguntan: 
"¿De dónde le viene todo esto?"
- Si hasta entonces ha sido "uno de tantos", ¿qué clase de respeto o de fe les va a merecer ahora? "¿No es éste el hijo del artesano?
- Sus paisanos no lo admiran ahora como la primera vez que les habló en la misma sinagoga de Nazaret. 

Seguramente, instigados por los fariseos, lo rechazan y, despectivamente, ni le llaman por su nombre. Al referirse a él, sólo dicen "éste". Conocen a sus parientes, que son gente humilde todos ellos, y no están dispuestos a recibir ninguna lección de él.
- Dice San Marcos que Jesús se extrañó de la falta de fe de sus paisanos y, por esta falta de fe, no hizo allí milagros, sólo unas curaciones. Así, en medio de dificultades va Jesús afianzando su proyecto de Reino, que supera todos los lazos de carne y sangre, y que se abre a instaurar una nueva familia, que se une en el 
amor.
- El pecado de sus paisanos es que se cierran a la evidencia. Y así no pueden abrirse a la acción liberadora de Jesús, que se sorprende de tanta incredulidad. Por eso Jesús no pisará más otras sinagogas. Y, como profeta rechazado en su tierra y por los suyos, sabe que no hay tiempo que perder. Por eso va a otros 
pueblos y sigue enseñando.
- Tenemos que encontrar nosotros graves dificultades y contradicciones, aun en el campo de los nuestros, si nos comprometemos a vivir el Reino de Dios radicalmente. No olvidemos que también se da hoy aquello de: "Quien se mete a redentor, sale crucificado."