Lucas 9, 57-62

"Te seguiré adonde vayas"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo    

 

 

 En el camino hacia Jerusalén se acercan a Jesús tres personajes singulares, que manifiestan su deseo de seguirle. Jesús no apaga su entusiasmo, pero sí apaga sus falsas ilusiones y sus triunfalismos mesiánicos.

Y les advierte a los tres que seguirle a él, comporta:

-disponibilidad,es decir, estar dispuesto a vivir en permanente inseguridad. Será una misión itinerante, es decir, siempre en camino. Sin comodidad alguna. Y siempre ligeros de equipaje y sin saber lo que les espera.

-ruptura con el pasado personal: social, político, cultural, económico. Con todo aquelo que nos ate a una estructura. Mirar siempre hacia adelante y anunciar el Reino de Dios para que asuman el Proyecto de Jesús;

-decisión irrevocable, sin vacilaciones ni componendas. El compromiso: total y definitivo.

 Un gran maestro espiritual, Krishnamurti, insistía siempre en que el tiempo es nuestro mayor problema.

Decía que somos nosotros los que creamos el tiempo cuando no entramos totalmente en relación con lo que estamos haciendo en cada momento. Después, lo explicaba así:

 En vez de hacer lo que debe ser hecho y hacerlo bien, nos dedicamos a pensar en ello. Pensar es bueno, pero no cuando lo usamos como un sustituto del hacer. Su mensaje era: "No dejar a nuestro pensamiento convertirse en razón para quedarnos paralizados. "Te seguiré,´pero déjame primero enterrar a mi padre". Era nada más una forma de decir: "Te seguiré después que mi padre muera".

 En el nivel más claro del significado, lo que dice es: "Mañana lo haré", pero lo que sinifica en realidad es: "No lo voy a hacer ahora", lo que sólo es una forma diplomática de decir: "No lo voy a hacer".

 APRENDAMOS DE UNA VEZ Y NO CAIGAMOS EN ESA TENTACION.