Mateo 5, 33-37

"Yo os digo que no juréis en absoluto"

Autor: Padre Juan José Palomino del Alamo 

A tener en cuenta: * los judíos estaban siempre jurando;
* jurar es una manera de invocar el nombre de Dios;
* nos advierte Jesús que si lo nombramos tan fácilmente es porque no sentimos
el peso de su presencia;
* absurdo hacer a Dios testigo de una sinceridad incierta y muchas veces falsa.
Juramento: afirmación por la que uno se desea a sí mismo un mal o una desgracia en el caso de no decir la verdad.

En tiempos de Jesús se juraba: *invocando directamente a Dios;
*invocando al cielo, es decir, lugar donde habita Dios;
*invocando su nombre (equivale a su persona);
*invocando al Templo (donde está presente Dios);
*invocando a los ángeles, sus servidores cercanos.
1. El punto de partida es el texto de Exodo 20, 7: "No tomes en vano el nombre de Yahvé".

2. Jesús no es partidario del juramento. Prefiere la sinceridad en las relaciones humanas, la limpieza de corazón. El juramento sobra.

3. El discípulos de Jesús debe inspirar confianza por sí mismo, sin tener que recurrir a otra realidad superior para afirmar su palabra. Se quiere que la prohibición de jurar en falso sirva para asegurar la verdad en situaciones serias en las que se exige afirmar o negar algo.

4. En la nueve ética de Jesús la verdad debe asegurarse: no mediante un juramento, sí por la integridad interior de la persona.

5. Hoy, en nuestra sociedad, llena de falsedad, mentira y engaño, en la que reinan las componendas en beneficio de intereses mezquinos, que atentan contra la vida de los demás, los cristianos estamos llamados a desenmascarar con la verdad del Evangelio situaciones injustas que, para más INRI se
quieren garantizar poniendo en falso a Dios de testigo, para seguir dominando.

"A vosotros os basta -nos dice Jesús- decir 'sí' o 'no'. Lo que pasa de ahi, es obra del Maligno".