IX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mateo 7,21-27:
Los jóvenes

Autor: Monseñor Juan Rubén Martínez

 

 

En este domingo el Evangelio (Mt. 7,21-27), toma la expresión “Señor, Señor”, manifestando una experiencia de la Iglesia primitiva, así como la referencia a las profecías , exorcismos y los milagros. El texto subraya que la devota invocación de Jesús como Señor y la recepción de carismas en el apostolado no respaldan a nadie como certificación de verdadero discípulo. También Pablo dice que estos dones son vanos sin el amor (1 Cor. 13,2). En Mateo la prueba es hacer la voluntad del Padre: “Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca; cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa: pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca…” (Mt. 7,24). En el camino del discípulo antes y ahora no es suficiente solo el conocimiento de la propuesta del Señor, sino poner en práctica aquello que creemos. Solo cuando ponemos en práctica el perdón, el poner la otra mejilla, el lavar los pies en el servicio desinteresado, tenemos una comprensión nueva y más profunda de la Palabra de Dios y nos hacemos verdaderamente discípulos. La espiritualidad cristiana nos señala la necesidad de “encarnar” aquello que creemos y asumir “pascualmente” nuestras opciones cotidianas. 

En este domingo estamos ante un acontecimiento importante en nuestra Diócesis, viviendo “La Jornada Diocesana de la juventud”, en Apóstoles, que reúne a más de 1000 jóvenes provenientes de las diversas comunidades. El tema eje del encuentro será el de “la espiritualidad en la juventud”. Durante el mismo desde la oración, reflexión, música y los gestos se buscará ahondar en la necesidad de ser más discípulos y misioneros en este inicio del siglo XXI. 

Este encuentro tiene una especial relevancia considerando que en este camino pos-sinodal de la Diócesis, uno de los temas del mismo ha sido: “Iglesia: casa y escuela de comunión para los jóvenes”. En esta reflexión quiero recordar la introducción al tema de los jóvenes en nuestras “Orientaciones pastorales” que pueden ayudarnos en este desafío en nuestra Diócesis. El documento nos señala: “El dato estadístico que indica que más de la mitad de la población de nuestra provincia tiene menos de 30 años, nos revela la importancia de este desafío pastoral.  Este es uno de los sectores que vive con más intensidad los cambios culturales, con un fuerte debilitamiento en la transmisión de la fe. “Los jóvenes, por una parte, son sensibles a descubrir su vocación de ser amigos y discípulos de Cristo (…), no temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida (…). Por su generosidad, están llamados a servir a sus hermanos especialmente a los más necesitados con todo su tiempo y vida” (Aparecida 443). Por otro lado, se verifica que las situaciones de un ambiente demasiado materialista, indiferente a lo trascendente, con el crecimiento del alcoholismo y la droga, sumando la pobreza y falta de proyectos de vida y otras dificultades como la crisis familiar, dificultan la evangelización de nuestros jóvenes. Será un desafío clave el buscar caminos de comunión y misión, sintiéndose todos responsables de esta búsqueda”. 

Con este encuentro diocesano de jóvenes nos uniremos al próximo encuentro internacional de la juventud que se realizará en julio en Sydney, Australia, y donde estará el Papa Benedicto XVI participando. El Papa en una carta reciente enviada a los jóvenes señalaba: “Les aseguro que el Espíritu de Jesús los invita hoy a vosotros, jóvenes, a ser portadores de la buena noticia de Jesús a los otros jóvenes. La indudable dificultad de los adultos de tratar de manera comprensible y convincente con el ámbito juvenil puede ser un signo con el cual el Espíritu quiere impulsaros a vosotros, jóvenes, a hacerse cargo de ello. Vosotros conocéis el idealismo, el lenguaje y también las heridas, las expectativas y, al mismo tiempo, el deseo de bienestar de los otros jóvenes. Tienen ante vosotros el vasto mundo de los afectos, del trabajo, de la formación, de la expectativa, del sufrimiento juvenil…, que cada uno de vosotros tenga la valentía de prometer al Espíritu Santo llevar a un joven a Jesucristo, como mejor lo considere, sabiendo “dar razón de vuestra esperanza, pero con mansedumbre” (1 Pe. 3,15). 

El Evangelio de este domingo nos enseña a que el camino del discipulado cristiano implica poner en práctica aquello que creemos. Seguramente nuestro encuentro diocesano de jóvenes ayudará a profundizar en este maravilloso regalo del llamado que tenemos y tienen nuestros jóvenes de seguirlo a Jesucristo y ser sus testigos. 

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas