Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Mateo 16,13-19:
Santos Pedro y Pablo, Apóstoles

Autor: Monseñor Juan Rubén Martínez

 

 

En este domingo celebramos la solemnidad de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo. El texto del Evangelio (Mt. 16,13-19) nos presenta la profesión de fe y el primado de Pedro: “¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?... Simón Pedro contestó: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Replicando Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos: Y yo a mi vez te digo que tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. (Mt. 16,17-19). 

Al celebrar a los Apóstoles San Pedro y San Pablo, la Iglesia también reza especialmente en este domingo por el Papa Benedicto XVI, actual sucesor del Apóstol San Pedro. Durante estos 2000 años desde los Apóstoles se ha dado la sucesión apostólica en los Obispos de la Iglesia y sus colaboradores, los sacerdotes. Es gozoso y esperanzador tener la certeza que el Espíritu Santo, el otro Paráclito seguirá acompañando a su Iglesia hasta el final de los tiempos y que a pesar muchas veces de los hombres, sus instrumentos, la Iglesia por la fuerza del Espíritu Santo, seguirá cumpliendo su misión de Evangelizar. Hoy queremos tener especialmente presente la tarea y misión de nuestro Papa Benedicto. 

En este 29 de junio también la Iglesia inicia “el año paulino”, en memoria de los 2000 años del nacimiento del Apóstol San Pablo. La fecha es simbólica, porque no se conoce con certeza datos de la misma, sabemos que Tarso es su lugar natal. Durante este año la Basílica papal de San Pablo en la via Ostiende, donde están sus restos, será un lugar de peregrinación y de gracia. Nosotros lo tendremos al Apóstol especialmente presente y buscaremos ahondar en sus escritos y vida, para aproximarnos más en la búsqueda de ser auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo, el Señor. En nuestra Diócesis daremos instrucciones sobre los lugares y fechas en que los fieles podrán obtener durante este año la Indulgencia Plenaria. En este 29 de junio dicha Indulgencia podrá ser obtenida en cualquier acto litúrgico si se dan las condiciones adecuadas. 

En este domingo en que celebramos a los Apóstoles Pedro y Pablo también queremos rezar por la Iglesia, y por la necesidad de tener una espiritualidad eclesial que nos permita una mayor comprensión del misterio de la Iglesia. En este sentido es bueno recordar algunos textos de la encíclica Ecclesiam Suam: “…El misterio de la Iglesia no es mero objeto de conocimiento teológico, sino que debe ser un hecho vivido, del cual el alma fiel aún antes que un claro concepto puede tener como connatural experiencia; y la comunidad de los creyentes puede hallar la última certeza en su participación en el Cuerpo Místico de Cristo… Si logramos despertar en nosotros mismos y educar en los fieles con profunda y vigilante pedagogía, este fortificante sentido de la Iglesia, muchas antinomias que hoy fatigan el pensamiento de los estudiosos de la eclesiología… serán prácticamente iluminadas y resueltas con la experiencia iluminada por la doctrina, por la realidad viviente de la Iglesia misma, pero sobre todo logrará ella un resultado, el de una magnífica espiritualidad, alimentada con la piadosa lectura de la Biblia, de los santos padres y doctores de la Iglesia, y con cuanto contribuye a engendrar en ella esa conciencia”. 

Integrar esta dimensión comunitaria de la fe, o bien eclesial, es clave en el contexto de un tiempo que se caracteriza por ser excesivamente individualista y fragmentado. Esta dimensión comunitaria de la fe nos permite señalar que si en el seguimiento o discipulado de Jesucristo, el Señor, no están los otros, evidentemente estamos caminando mal. 

Al celebrar la profesión de fe y el primado de Pedro, así como al Apóstol Pablo, en este año paulino, sentimos la necesidad de profundizar en el don de la comunión eclesial como indispensable para asumir el desafío de la evangelización. 

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas