VII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



Sin igual
Mc 2,1-12


«Llegaron cuatro llevando un paralítico». El gesto de estos cuatro personajes anónimos resulta precioso e iluminador para nosotros. El paralítico –por definición– no se puede mover por sí mismo. Pero estos hombres le colocan ante Jesús. Y «viendo Jesús la fe que tenían» realiza el milagro. Hay en nuestro mundo y a nuestro alrededor muchos paralíticos por la incredulidad o por el pecado. A nosotros nos toca ponerlos a los pies de Jesús con una fe inmensa. Lo demás es cosa de Jesús. El evangelio no dice si ese hombre tenía fe en Jesús o sólo se dejó llevar. Lo que sí afirma es la fe de aquellos cuatro que arranca el milagro a Jesús. ¿Presentamos a las personas al Señor? ¿Con qué fe lo hacemos?
«Para que veáis...» Jesús realiza la curación, pero deja claro que lo que le interesa es sobre todo la sanación interior. Dios quiere el bien entero del hombre, cuerpo y alma. Nosotros, en cambio, con demasiada frecuencia sólo buscamos el bien corporal. Sin embargo, hay enfermedades físicas que son ocasión de un bien espiritual enorme y de la santificación de muchas personas; mientras la enfermedad espiritual puede llevar –aun con perfecta salud física– a la condenación eterna...
«Nunca hemos visto una cosa igual». Las acciones de Jesús producen asombro y admiración. Los que contemplaron este prodigio «daban gloria a Dios». ¿Sé descubrir las acciones de Cristo? ¿Me alegro de ellas? ¿Me admiro? Más aún, ¿tengo fe para esperar cosas grandes, como aquellos cuatro del evangelio de hoy?