IX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



El Señor del sábado
Mc 2,23-3,6

«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado». En el relato de la creación vemos que Dios crea todo y lo pone al servicio del hombre (Gén 1,26-30). En efecto, «el hombre es la única criatura que Dios ha amado por sí misma» (Gaudium et Spes, 24). Por eso no puede ser instrumentalizado para ningún fin. Las normas, los planes, las tareas... todo, absolutamente todo, debe estar al servicio del hombre, y no al revés. Utilizar a las personas es degradarlas, es rebajarlas de la dignidad en que Dios los ha constituido.
«El Hijo del hombre es Señor también del sábado». Cristo es el centro de todo. Todo tiene sentido y valor en función de Él. «Todo fue creado por Él y para Él y todo se mantiene en Él» (Col 1,16-17). Cada cosa, cada práctica, cada tarea... vale en tanto en cuanto nos lleva a Cristo; y si nos aparta de Él, ha de ser eliminada. Esto vale para todo, incluidas las prácticas religiosas, que sólo tienen valor en función de Cristo. Él es el único Absoluto.
«Dolido de su obstinación». A Jesús le importa el bien del hombre. Por eso le duele la cerrazón de los fariseos. Por eso proclama la verdad y actúa en consecuencia, aunque ello conduzca a que decidan matarlo. Jesús explica sus razones, pero no se empeña en convencer. Al que está cerrado a la verdad de nada le sirven los argumentos más claros y contundentes...