Solemnidad de Pentecostes , Ciclo C.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



El prodigio de Pentecostés
Jn 20,19-23

Los textos de hoy subrayan de modo el realismo y la eficacia de la liturgia. No se trata de un mero recuerdo de lo que ocurrió. Dios quiere renovar entre nosotros el prodigio de Pentecostés, realizando las «mismas maravillas» de aquel día. Pecaríamos si esperásemos menos de lo que Dios nos promete.
La maravilla primera y fundamental de Pentecostés es una Iglesia viva, llena de vitalidad y de empuje. Ya ese mismo día se convierten tres mil personas con la predicación y el testimonio de Pedro. Y todo el libro de los Hechos no es más que la descripción de una explosión de vida producida precisamente por el Espíritu Santo. A lo largo de él encontramos una Iglesia joven, entusiasmada y capaz de entusiasmar, llena del Espíritu Santo que impulsa a la oración, al testimonio, al apostolado, a darlo todo: una Iglesia llena de la alegría del Espíritu, pobre y desprendida, que anuncia con gozo y convicción a Cristo y que está dispuesta a perderlo todo y dejarse matar por él ...
Esto nos debe llevar a hacer examen de conciencia a todos, pastores y fieles. ¿Tiene nuestra Iglesia de hoy esa vitalidad entusiasmante? Y, sin embargo, el Espíritu Santo es el mismo, no ha perdido fuerza desde entonces. Si hoy no se producen aquellas maravillas, ¿no será que estamos resistiendo al Espíritu Santo?