XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.

Autor: Padre Julio Alonso Ampuero 

Fuente: Libro: Meditaciones bíblicas sobre el Año litúrgico
Con permiso de la Fundacion Gratis Date



Sin condiciones
Lc 14,1.7-14

En el transcurso de su larga subida a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, quiere dejar muy claras las condiciones para ser discípulo suyo. ¡Que nadie se llame a engaño! Ya desde el primer paso hay que estar dispuesto a «renunciar a todos los bienes» y a «posponer al padre y a la madre, a la mujer y a los hijos, a los hermanos y así mismo». Sin estar dispuesto a jugárselo todo por Cristo, ni se construirá ese edificio que es la Iglesia ni se vencerá la batalla contra las fuerzas del mal.
Lo que Cristo dice parece duro y exigente. Por eso es necesario que Dios «nos dé sabiduría enviando su santo Espíritu desde el cielo» (1ª lectura) para que estas palabras nos resulten atractivas y encontremos en ellas nuestro gozo. Esta sabiduría, que es don del Espíritu, no sólo nos hace entender las palabras de Cristo, sino que suscita en nosotros el deseo de cumplirlas en totalidad y con perfección.
Es sólo el amor apasionado a Jesucristo el que nos hace estar dispuestos a perderlo todo por él, a no poner condiciones, a no anteponer a él absolutamente nada. Cuando no existe ese amor o se ha enfriado, todo son «peros», se calcula cada renuncia, se recorta la generosidad, se frena la entrega....